jueves, 17 de marzo de 2016

APRENDIENDO A COMPARTIR

«El que tenga dos trajes, dele uno al que no tiene ninguno; y el que tenga comida, compártala con el que no la tiene». Lucas 3: 11

¿Recuerdas cuando hablamos del crecimiento? Aprendiste que cuando creces, tu ropa ya es muy pequeña para ti. Ahora piensa en tus juguetes. Muchos de ellos ya no los usas. Hay muchos niños, cerca de tu casa o en la iglesia, que necesitan esa ropa y esos juguetes que tú ya no usas.
Cuando das lo que tienes a alguien que lo necesita, estás haciendo lo que Jesús dice en Lucas 3:11: «El que tenga dos trajes, dele uno al que no tiene ninguno».
La Biblia dice que Jonatán, hijo del rey Saúl, le dio a David, su mejor amigo, una manta para cubrirse y una espada para defenderse. Jonatán era un príncipe, así que tenía muchas cosas; pero David, que era un pobre pastor de ovejas, no tenía lo que necesitaba. Tenemos que aprender de Jonatán y compartir lo que tenemos.
Manos a la obra, comparte lo que tienes. Tu mami te puede ayudar.
Oración: Jesús, gracias porque me has dado todo lo que tengo. Enséñame a compartirlo. Amén.

Tomado de devocionales para preescolares 2016
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco
#ViveYCreceSanamente  #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaPreescolares #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL CUARTO DÍA

Tu Oración: Gracias, Dios, porque creaste el Sol, la Luna y las estrellas.

Versículo para hoy: “Dios colocó en el firmamento los astros para alumbran la tierra. Los hizo para gobernar el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios consideró que esto era bueno.  Y vino la noche y llegó la mañana: ese fue el cuarto día”. Génesis 1:17 al 19.

El cuarto día era el del cielo. Dios iba a crear durante aquel día al resplandeciente Sol y la tranquila Luna. En cuanto Dios dio la orden, en el cielo se pudo ver la intensa luz del Sol que alegra el día, nos da calor y ayuda a que crezcan las plantas. Ya que llegó la noche, por primera vez se pudo apreciar la hermosa Luna, así como las brillantes estrellas que alejaran la oscuridad.
La creación estaba casi terminada. Dios miraba con alegría el hermoso mundo que tomaba su forma.

Un poquito de ciencia
Dibuja en tu libreta de observaciones un sol, una luna y estrellitas. Colorea todo con tus lápices favoritos.

Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch
#PequeñosCientíficosDeDios #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaInfantes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

ESCUCHAR PARA CRECER

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7.

Moisés estaba familiarizado con la región donde estaban acampando los israelitas.
Había apacentado las ovejas por esos lugares durante cuarenta años, y conocía cada valle, cada cumbre y cada montaña. Estaba tan cerca de su antiguo hogar que era vergonzoso que no pudiera hacerse una escapada para verlo. Pero, con tanta gente que guiar y tantos problemas por resolver, no había tiempo para unas vacaciones.
Jetro, su suegro, había oído que los israelitas estaban cerca, y él, junto con Séfora, la esposa de Moisés, y sus dos hijos, Gersón y Eliezer, partieron hacia el campamento de Israel.
Los mensajeros vinieron corriendo hasta la tienda de Moisés con la noticia emocionante: “¡Tu suegro, tu esposa y tus dos hijos están viniendo a verte!”
Gozosamente, Moisés detuvo lo que estaba haciendo y salió a encontrarlos. No había visto a su familia en meses. Había esperado que oyeran que los israelitas estaban cerca y que vinieran a encontrarlo.
¡Qué bueno era ver a su familia! Después de «pe los abrazos y los besos terminaron, los condujo hasta su tienda. Como cualquiera de nosotros que haya estado separado de sus amados por tanto tiempo, Moisés quiso contarles las maravillosas cosas que habían ocurrido desde que los había dejado. Por supuesto, Jetro, Séfora y los niños ya hablan oído algunas de ellas. El cruce del mar Rqjo fue una noticia tan grande que cada comerciante, viajero y pastor estaba hablando de eso, pero ellos querían oír los detalles de Moisés. Siempre es bueno contar la maravillosa guía de Dios.
Mientras Jetro permaneció en el campamento, notó que Moisés estaba ocupado todo el día con los problemas de cientos de personas. Moisés se sentaba y escuchaba sus quejas, y luego actuaba como juez en cada caso. Jetro sacudió su cabeza. No, esto no había que hacerlo así. Su yerno pronto se agotaría.
Entonces, le sugirió a Moisés que designara líderes capaces que estuvieran debajo de él: unos que fueran responsables de miles de personas; otros, de cientos; algunos más, de grupos de cincuenta; y aun otros, de decenas.
Esto le quitaría una pesada carga a Moisés, y este asintió con su cabeza en aprobación. Aunque Moisés era el líder designado por Dios en Israel, estuvo dispuesto a tomar consejo de otros. La recomendación de Jetro era buena, y Moisés, quien verdaderamente reverenciaba a Dios, estuvo dispuesto a escuchar y seguir su consejo.

Tomado de devoción matutina para menores 2016
¡GENIAL! Dios tiene un plan para ti
Por: Jan S. Doward
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EL SEÑOR KIM DIO TODO

Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos (Juan 15:13).

“Padre del año”.  Así era como algunas personas llamaban a James Kim.
James, su esposa Katie y sus dos pequeñas hijas habían salido de viaje por la carretera durante el día de Acción de Gracias de 2006. Ellos salieron de Oregon, planeado conducir hacia el sur, hasta su hogar en el norte de California. Pero, cuando los Kim no aparecieron, la familia, los amigos y los compañeros de trabajo comenzaron a inquietarse. Los días pasaban mientras se desarrollaba una intensa búsqueda. No se sabía nada y no había pistas de lo que había sucedido. Al final, Katie y las niñas fueron encontradas en una ruta de montaña de Oregon. La familia había sido detenida por la nieve y la tormenta mientras tomaba un atajo, con muy pocos alimentos y artículos de primera necesidad.
El clima severo hizo que todo fuera difícil. La temperatura estaba por debajo de cero grados, y no tenían forma de mantenerse calientes.
Ellas sobrevivieron más de una semana con galletitas y comida para bebés, que habían llevado para sus hijas de cuatro años y de siete meses. Tristemente, James murió en el desierto, después de dejar el auto en busca de ayuda.
El grupo de rescate que encontró el cuerpo de James determinó que él había caminado muchos kilómetros, vadeando ríos helados y caminado en nieve profunda. Había sufrido una severa hipotermia y no había ingerido una buena comida en dos semanas, pero se esforzó en la búsqueda de un milagro.
James dejó pistas, a fin de que los equipos de rescate, que esperaba que estuvieran buscándolos, pudieran verlas y se dirigieran a donde estaba su familia; eso fue lo que las salvó.
Con frecuencia, las personas que arriesgan su vida para ayudar a otras son llamadas héroes. ¿Cómo le queda esta etiqueta a Jesús?
¿Puedes pensar en alguien que haya muerto para salvarte? Seguro que sí.

¿Y AHORA?
Con frecuencia, las personas que arriesgan su vida para ayudar a otras son llamadas héroes. ¿Cómo le queda esta etiqueta a Jesús?

SPLASH:
Hipotermia (del griego hypo, que significa “debajo”, y therme, que significa “calor’): descenso involuntario de la temperatura corporal por debajo de 35° C. Una caída de 2° C entorpece el habla y comienza a amodorrarse. Si desciende más, habrá inconsciencia o muerte.

Tomado de Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler
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AÚN LLEVA LA ETIQUETA

El precio del cielo es Jesús. Elena de White

“Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eternal” (Juan 3:16).

UN PADRE llevó a su pequeña al hospital para que viera por primera vez a su hermanito recién nacido. Mirando a través del cristal se fijó en que, colgando de la muñeca, el bebé tenía una etiqueta. “Papá, ¿cuándo le van a quitar el precio?”, preguntó la pequeña para sorpresa de su padre.* En realidad, la etiqueta del precio nunca desaparece de nuestra vida; cada hijo cuesta a sus padres un precio muy elevado desde el mismo momento en que nace: el precio del sacrificio de noches sin dormir, del amor manifestado en horas de enseñanza, de la responsabilidad, de la preocupación y de un velar constantes.
Así sucede también con el “precio del cielo”, marcado en una etiqueta siempre visible en forma de cicatrices en las manos y el costado de nuestro Salvador. Nuestra adopción, la tuya y la mía, como hijas de Dios tuvo un costo para Jesús, “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). El costo de dejar el cielo, donde era adorado por seres santos, para vivir en este mundo de pecado; de ser perseguido por muchos desconocidos y traicionado por uno de sus amigos; de ser abandonado por sus discípulos y maltratado por los soldados romanos; de ser acusado injustamente y juzgado en un juicio amañado; de sentirse abandonado por su Padre y verse clavado en una cruz, hasta morir de la peor de las formas imaginables. La redención no fue gratuita; tuvo un precio y ese precio es Jesús.
¿Te has parado a valorar el precio pagado por tu rescate? ¿Te has dado cuenta de lo que supone para tu vida la muerte de Jesús? ¿Le has dado las gracias a Dios por su Hijo? ¿Y a Jesús por haber pagado el precio de la salvación? Todos, incluidas tú y yo, hemos sido salvados por una muerte que se produjo en un momento concreto de la historia. Fue la muerte de Jesús, el Hijo de Dios. Esa muerte da sentido a nuestra vida aún dos mil años después.
Cuando corramos el riesgo de darlo todo por sentado o de no valorar lo suficiente el rescate que se ha ofrecido por nosotras, volvamos a mirar la etiqueta que cuelga de las manos y del costado de Jesús, el “precio del cielo”. Y seamos agradecidas.

* Michael Hodgin, 1.001 More Humorous Vlustrations for Public Speaking [1.001 ilustraciones humorísticas más para presentaciones públicas] (Michigan: Zondervan, 1998), p. 24.

Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz
#AnteTodoCristiana #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMujeres #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

LA GRANDEZA DE UN HOMBRE

“La humildad y la reverencia al Señor traen como premio riquezas, honores y vida” (Proverbios 22:4).

El rey Jorge III del Reino Unido, archienemigo de la Revolución estadounidense de finales del siglo XVIII, refiriéndose a George Washington, declaró: “Ese señor se convertirá en el hombre más grande del mundo”.
¿Qué lo indujo a hacer tal declaración? Washington era su rival, le había quitado al rey su hegemonía sobre la América británica, había sido el líder de un grupo de hombres que se propuso independizarse del régimen británico. Sin embargo, a pesar de todo eso, el rey lo consideró “el hombre más grande del mundo”. ¿Por qué? Porque Washington logró ganar una de las batallas más difíciles para cualquier ser humano: la batalla contra el poder.
¿Cómo lo hizo? En 1783, cuando la guerra ya había concluido, un influyente grupo de militares, encabezados por Lewis Nicola, comenzó a propagar que era necesario quitarle los poderes al Congreso, establecer un nuevo sistema de gobierno para las Trece Colonias y nombrar a Washington como el rey Jorge de América. Nicola clamaba a voz en cuello que si esto no se llevaba a cabo, la América de la posguerra se convertiría en un completo desastre.
¿Washington rey? El hombre se lo merecía. Había dedicado su talento, sus recursos y su vida, a la libertad de sus conciudadanos del dominio inglés. Nadie se había sacrificado tanto como él en favor de la nación. Es más, sin él no se hubiera podido concretar la emancipación. Si la propuesta de Nicola era acogida, a partir de entonces lo llamarían: “Su Excelencia”, “Su Majestad”. Aquello era como un afinado canto de sirena a los oídos de cualquier mortal. Pero no lo fue para Washington. Cuando supo lo que se estaba tramando, se negó rotundamente a ser partícipe de ello. Consideró que su proclamación como rey acabaría siendo dañina para su país. Washington renunció a ascender al trono. Cuando Jorge III se enteró de su acto de abnegación, tuvo que reconocer la grandeza de ese valiente personaje.
¿Te atreverías a cambiar el poder por hacer lo correcto? Eso fue lo que hizo grande a Washington. Rechazó la realeza, pero se convirtió en el primer presidente de los Estados Unidos. En él se cumplió lo dicho por el Sabio: “Riquezas, honor y vida son el premio de la humildad” (Proverbios 22:4, RV95).

Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco
#VisitaMiMuro #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaJovenes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian #humildad #valores

EL ROMPECABEZAS -1

‘Después de esto vi otro ángel que descendía del cielo con gran poder, y la tierra fue alumbrada con su gloria’’. Apocalipsis 18:1

¿Te gustan los rompecabezas? Para mí, montar una escena de la naturaleza es un pasatiempo muy relajante. Pero, a decir verdad, mi paciencia llega al límite con 750 piezas. ¡Meter mil piezas revueltas al azar en una caja es decir adiós a los momentos de relax!
Así que montemos aquí mismo, entre todos, un simple rompecabezas de siete piezas. ¿Por qué? Porque de esas siete piezas surge una agenda irresistible de oración que los elegidos deben adoptar.
La primera pieza del rompecabezas es nuestro texto de hoy. En el Apocalipsis abundan los ángeles, ¿te has fijado? La mayoría recordamos a los tres ángeles de Apocalipsis 14. Pero aquí hay un cuarto ángel que, como un rayo de luz deslumbrante, desciende del cielo a la tierra cerca del tiempo final. (Sabemos que es cerca del fin, porque tres versículos después se oye una voz del cielo que clama: “¡Salid de ella, pueblo mío, para que no […] recibáis parte de sus plagas!” [Apoc. 18:4]). Así que, inmediatamente antes del fin, un cuarto ángel, con gran autoridad, incendia de gloria la tierra. ¿De quién es la gloria? ¿De él? Más bien no.
Los eruditos coinciden en que prácticamente todas las expresiones del Apocalipsis están tomadas del Antiguo Testamento. La clave para descifrar esta pieza del rompecabezas es Ezequiel 43:2: “Y vi que la gloria del Dios de Israel venía del oriente. Su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria”. Está claro que Juan está citando este texto. Juntamos los dos y sabemos de quién es la gloria que llena la tierra en el tiempo del fin. Es la gloria de Dios, que surge del oriente como el sol. “Mas para vosotros, los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación” (Mal. 4:2). ¿Quién supones que es ese sol? ¿Quién declaró “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12; 9:5)? ¿A quién describió Juan diciendo que “su rostro era como el sol cuando resplandece con toda su fuerza” (Apoc. 1:16)?
Dejando que la Biblia se interprete a sí misma, la primera pieza del rompecabezas describe de forma gráfica el derramamiento de la gloria de Jesús sobre la última generación de la tierra, un último avivamiento global. Sin embargo, con Jesús ahora ligado a la humanidad con un cuerpo como el nuestro, ¿cómo podría derramarse a sí mismo? “El me glorificará” (Juan 16:14). ¿Quién? El poderoso Espíritu Santo, el Ser más cristocéntrico del universo. Cuando se derrama el Espíritu, la gloria de Jesús se esparce por doquier. No es de extrañar que hayamos de rogar “por el Espíritu Santo” (Palabras de vida del gran Maestro, p. 113). ¡No es de extrañar que esta solicitud de oración deba encabezar nuestra lista!

Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson
#ElSueñoDeDiosParaTi #MeditacionesMatutinas #DevocionMatutinaParaAdultos #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian