sábado, 6 de febrero de 2016

CRUZANDO EL MAR

«¡Qué grandes son sus prodigios y milagros!». Daniel 4: 3

¿Sabes qué es un milagro? Un milagro es cuando Dios hace algo por nosotros que nadie más puede hacer, cosas que nos dejan sorprendidos. La Biblia habla de muchos milagros. Quizás has escuchado de alguno, a ver, ¿cuál es tu milagro favorito de la Biblia?
Yo te diré cuál es uno de mis milagros bíblicos favoritos. Se encuentra en Éxodo 14: 5-31. Es cuando el pueblo de Dios cruza el Mar Rojo. Fue algo sorprendente: el Señor los estaba llevando a un hermoso lugar. El faraón y su ejército los perseguían, y Dios dividió el mar en dos para que su pueblo pudiera cruzar y ni siquiera se mojaron los pies. ¡Es increíble!
Nadie que no sea Dios puede partir en dos el mar. Jesús, que también es Dios, hace muchas cosas poderosas en nuestra vida diaria. Él hace que el sol salga, él riega la tierra con la lluvia y hace que tú crezcas todos los días.
El poder de Dios se muestra de muchas maneras. Oremos toda la semana dándole gracias a Dios por su gran poder.

Oremos: Señor, gracias porque usas tu poder todos los días para hacer grandes milagros en mi vida.

Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco
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MONTAÑAS FRÍAS

Tu Oración: Querido Dios, enséñame a obedecer tus Diez Mandamientos, a amarte y a obedecerte.

Versículo para hoy: “Allí en el desierto acamparon, frente al monte, al cual subió Moisés para encontrarse con Dios. Y desde ahí lo llamó el Señor”. Génesis 19:2.

En la cima de las montañas, normalmente, hace más frío que en los valles. Para entenderlo mejor, haz este sencillo experimento

Un poquito de ciencia
Necesitarás una vela en un portavelas y un chispero o fósforos. Tienes que estar en compañía de un adulto, para evitar que te lastimes. Enciende la vela y espera hasta que la llama sea delgada y alta. Luego, con mucho cuidado, acerca un dedo a la llama, sin tocarla. Deja tu dedo allí por un momento y trata de sentir cuánto calor llega a tu mano. Después, acerca tus dos manos a la llama, formando un círculo con tus palmas, como rodeándola. ¡Ten cuidado de no tocar el fuego! ¿Cuánto calor llega a tus manos y a tus brazos?
Cuando tenías ambas manos cerca del fuego, sentiste más calorcito. Esto sucede con el calor del sol. En la cima de la montaña, hay poca superficie de tierra que el sol pueda calentar (como tu dedo). En el valle, el sol tiene más superficie para calentar (como tus palmas) y ese calor se mantiene porque el valle (igual que el círculo de tus manos) es como un cuenco rodeado por montañas que evitan que el calor se vaya. Por eso, allí hace más calor que en la cima de las montañas.

Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch
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AMOR A PRIMERA VISTA

Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba. Génesis 29:20.

Cuando Jacob se despertó de su sueño, se dio cuenta de que el Señor había estado muy cerca de él. Ahora estaba seguro de que tenía un Salvador. “Aquella noche Jacob, el hijo consentido de su madre, experimentó el nuevo nacimiento y se convirtió en un hijo de Dios” (Manuscrito 85,1908).
Le prometió obediencia al Señor y, como un símbolo de su promesa, tomó la piedra que había usado como almohada y la apartó como un monumento. De la pequeña provisión de aceite que había llevado consigo, derramó un poco sobre la roca. Como dedicó el sitio, llamó el lugar Bet-el, es decir, “Casa de Dios”.
A la mañana siguiente, Jacob continuó su viaje hacia la Mesopotamia. Su corazón estaba más aliviado por la promesa de la compañía de Dios.
Después de unas tres semanas, había viajado 450 millas [724 km] y estaba cerca de su destino. Más adelante, pudo ver tres rebaños de ovejas que se apiñaban alrededor de un pozo de agua que tenía una piedra que lo cubría. Los pastores estaban esperando hasta que todos los rebaños estuvieran juntos antes de darles de beber. Jacob sonrió mientras iba hacia ellos.
“¿Conocen a Labán, el hijo de Nacor?”
Los pastores asintieron con la cabeza. “Lo conocemos”.
Jacob estaba ansioso por saber más. “¿Está bien él?”, preguntó.
“Está bien”. Luego, señalando a la distancia, dijeron: “De hecho, su hija Raquel está viniendo con las ovejas justo ahora”.
Tan pronto como vio a Raquel, la amó. Después de haberse presentado y ayudado a dar de beber a las ovejas, la Biblia dice que estaba tan emocionado que la besó. Raquel estaba tan entusiasmada que regresó corriendo a su padre para anunciar que el hjjo de su hermana había llegado de Canaán.
Pero Jacob no había llegado con camellos y presentes como lo había hecho Eliezer 97 años antes. Jacob tenía las manos vacías. Sin embargo, podía trabajar. Tanto quería casarse con Raquel que ningún trabajo le parecía demasiado extenuante o difícil. Labán arregló darle a su hija como esposa si trabajaba siete años para él. Jacob miró a Raquel y sonrió. ¡Trato hecho!

Tomado de devoción matutina para menores 2016
¡GENIAL! Dios tiene un plan para ti
Por: Jan S. Doward
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TAREA DE MATEMÁTICAS

Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré (Mateo 25:21)

Alan se sentó con la cabeza en su pupitre. ¿La clase de matemáticas no terminaría nunca? Tal vez si lo deseaba lo suficientemente fuerte, podría conseguir que su profesora dejara de hablar de fracciones. Estaba harto de escuchar hablar de multiplicación, división, potencia y raíz cúbica… esas cosas horribles.
-Alan, ¿has terminado de hacer tu trabajo?
Levantando su cabeza, Alan observó a la profesora Giménez con los ojos nublados.
-¿Eh? ¿Qué? -gruñó.
-¿Está terminada tu tarea de matemáticas? -repitió ella.
-La voy a hacer en casa -afirmó Alan.
Y lo hizo. Al día siguiente, Alan entregó su tarea de matemáticas. ¡Estaba casi todo mal!
-Necesitas resolver los ejercicios en clase, donde puedes obtener ayuda -le aconsejó la profesora Giménez.
Alan se opuso.
Luego, comenzó entregar las tareas con solo unos pocos problemas sin hacer. La profesora Giménez esperaba que finalmente comprendiera los conceptos matemáticos, aun si insistía en resolverlos en su casa. Llegó el día de la evaluación del capítulo, cuando la profesora Giménez calificó el examen de Alan; se dio cuenta de que todavía no sabía cómo hacer el trabajo. Había desaprobado el examen.
Al día siguiente, después de clases, la profesora habló con la madre de Alan. Ella descubrió que Alan quería hacer los ejercicios en casa para que su madre los hiciera por él. Alan desaprobó su examen porque su madre no estaba allí para hacerlo por él.

¿Y AHORA?
¿Se copian en tu clase? ¿Consideras que es hacer trampa el hecho de que otra persona (padres, hermanos, etc.) realicen tu tarea escolar? ¿Por qué?

SPLASH:
Lamentablemente, en una encuesta reciente, con estudiantes de nivel medio, o secundario, se descubrió que cuatro de cada cinco estudiantes brillantes pensaban que copiarse estaba bien, velan el copiarse como una conducta aceptable

Tomado de: Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler
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EL FILTRO DEL AMOR

Solo hay dos caminos: la benevolencia y el egoísmo. Confucio

“Esa es la verdad, te guste o no”. “Solo estoy siendo sincera”. Con estas palabras justificamos muchas veces nuestra falta de tacto al hablar, como si la sinceridad o la verdad fueran excusas para hacer daño. Si te soy sincera, yo creo que la honestidad brutal es precisamente eso, brutal… Cuando interpretamos erróneamente eso de ser “completamente sinceros” y lanzamos sin anestesia nuestras supuestas verdades a expensas de los sentimientos ajenos, lo que estamos manifestando es nuestra inmadurez e inseguridad. La próxima vez que te sientas tentada a actuar así, detente y sigue el ejemplo de Sócrates.
Uno de los discípulos de Sócrates le preguntó: “¿Sabes lo que dicen de ti?” Pausadamente, el sabio contestó: “No, pero antes de que me digas nada quiero saber si lo has pasado por el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que vas a decirme es cierto?” “No”, respondió el muchacho. “Entonces pasemos al segundo filtro.
Lo que vas a decirme ¿es bueno?”, preguntó de nuevo Sócrates. “No”, fue la respuesta. “¿Es útil que me lo digas?”, fue la última pregunta. “No”. “Bien -concluyó Sócrates-. Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, ni útil, no me lo digas”.*
El más sabio de todos los sabios aplicaba el filtro del amor antes de hablar, incluso cuando podía disparar a quemarropa con la verdad y nada más que la verdad. En una ocasión, obligado por la presión del grupo a dirigirle unas palabras a una mujer sorprendida en adulterio, Jesús no se valió de la verdad para restregársela en la cara y darle una lección que nunca olvidaría, sino que buscó el mensaje más positivo, verdadero y útil que pudiera darle para llevarla a Dios: “Tampoco yo te condeno; ahora, vete y no vuelvas a pecar” (Juan 8:11).
¿Usamos filtros antes de hablar? Hay uno que no falla: el amor; ese ha de ser nuestro motivador para hablar o, si conviene más, callar. De esa manera, podremos decir como el apóstol Pablo: “Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo […] con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana sino a la gracia de Dios” (2 Cor. 1:12, NVI). Permitamos que el amor de Dios impregne siempre nuestra sinceridad.
“Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana sino a la gracia de Dios” (2 Cor. 1:12, NVI).
* Roberto Badenas, Raúl Posse, El valor de los valores (Doral, Florida: APIA, 2013), p. 50.

Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz
#AnteTodoCristiana #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMujeres #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

NO LO MEREZCO

“Dios, llama a las cosas que no existen, como si existieran” (Romanos 4:17, LBLA).

En 2008 llegué a las oficinas de IADPA, la editorial en la que trabajo, para realizar prácticas de edición y traducción. Una mañana, Sergio V. Collins, sin duda alguna uno de los más grandes editores que ha tenido la Iglesia Adventista (escribió casi veinte libros y era capaz de editar en inglés, francés y español), llegó a mi oficina y me dijo:
-Polanco, necesito que me escribas el editorial de la revista Avanzad.
-Pastor Collins, yo no trabajo aquí, simplemente he venido a practicar y recibir entrenamiento -le respondí.
Con la sonrisa que lo caracterizaba, me dijo:
-No hay que ser empleado de IADPA para escribir ese editorial. Es más, la persona que siempre lo escribe no trabaja para nosotros.
Esa noche, al regresar al apartamento donde me alojaba, escribí el editorial. Al día siguiente se lo entregué al pastor Collins y varias horas después, él me envió la versión editada con esta añadidura: “]. Vladimir Polanco, redactor de IADPA”.
¿Redactor de IADPA? ¡Collins me trató como un redactor cuando yo aún no lo era! De hecho, la andadura por el camino editorial conlleva que antes de obtener el título de “redactor o editor” hayas sido “lector de pruebas”, “editor asistente”, “editor asociado” y, finalmente, “redactor o editor”. Collins se saltó todo ese proceso y me trató como no merecía. Por supuesto, no fui a decirle que me quitara el título; más bien disfruté de que me llamaran por lo que todavía no era.
Lo que hizo Collins conmigo es lo que Dios hace con todos nosotros: tratarnos como no merecemos. Cristo nos considera justos aunque somos pecadores; nos considera santos aunque somos inmundos; nos ve como jóvenes salvos aunque andemos por el valle de la perdición. Con razón dijo Pablo que Dios “llama a las cosas que no existen, como si existieran” (Romanos 4:17, LBLA). No soy justo, pero me encanta que Dios me considere justo. Me alegra saber que Jesús “no nos trata según lo merecemos. No nos pregunta si somos dignos de su amor; simplemente derrama sobre nosotros las riquezas de su amor para hacernos dignos” (Hijos e hijas, p. 307). ¡Qué bueno es Dios, me trata como no merezco!

Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco
#VisitaMiMuro #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaJovenes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian #LaGraciadeDios

LA ELECCIÓN

“Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes. Ustedes no me eligieron a mí. Más bien, yo los elegí a ustedes”. Juan 15:15, 16, RVC

Volvamos un momento a aquel patio de escuela a la hora del recreo. Nunca fui uno de los deportistas de la escuela. No era el que mejor pateaba el balón, ni el que más rápido corría en la pista. Tanto es así que si el maestro me hubiese pedido alguna vez ser el capitán de un equipo en la hora del recreo, ¡sin duda no me habría elegido a mí mismo!
Pero no era un caso del todo perdido. Porque tenía un amigo que tenía muchas más habilidades atléticas que yo. Y siempre que el maestro lo elegía para que fuera capitán, yo sabía que, tarde o temprano, me elegiría para su equipo. Debo confesar que nunca me senté realmente a analizar todos los ángulos psicológicos para determinar si me escogía por pena o amistad. No importaba, porque ¡me elegía!
En la víspera de su ejecución, Jesús estudió el rostro de los que habían permanecido con él tanto tiempo. Al día siguiente moriría por ellos. Aquella noche debía decirles cuánto significaban para él. Por otra parte, ¿te fijaste en la palabra que usó para describirlos en nuestro texto? “Os he llamado amigos”. Y la maravillosa realidad de tener un amigo como Capitán es la certeza de que te va a elegir. Y, como era de esperar, apenas Jesús nos llama amigos suyos, declara: “Yo os elegí a vosotros”.
Y es bueno que lo tengamos claro: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros”. Lo cual, por supuesto, es la verdad sobre los elegidos: Se elige a Aquel que te elige a ti. Como en el recreo. Cuando por fin pronuncian tu nombre y vas corriendo a unirte a tu amigo que acaba de librarte de esa fila solitaria, eliges alegremente estar en el equipo del capitán. ¡Aleluya! ¿Por qué? Porque él te eligió primero, tú lo eliges a él en reciprocidad. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros”.
Y esa es la verdad sobre los dos movimientos de “entrada” que Dios ha suscitado. Ninguno lo eligió a él primero: él los eligió a ellos. Y, por humilde gratitud, ambos lo eligieron a él en reciprocidad.
“Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido” (Deut. 26:18). Por eso, cuando has sido elegido, por gratitud, en reciprocidad, ¡lo eliges a él rápidamente!

Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson
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