lunes, 4 de enero de 2016

PEDID CON FÉ

Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante a la onda, de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte a otra. (Sant. 1:6).

Tenemos el privilegio y deber de recibir luz del cielo para poder advertir las trampas de Satanás, y obtener fuerza para resistir a su poder. Se han tomado medidas para que podamos relacionarnos íntimamente con Cristo y gozar de la protección constante de los ángeles de Dios.
Nuestra fe debe llegar detrás del velo, adonde Jesús entró por amor a nosotros. Debemos asirnos con más firmeza de las indefectibles promesas divinas. Debemos tener una fe que no pueda ser negada, que se asga de lo invisible, firme e inconmoviblemente. Una fe tal atraerá las bendiciones del Cielo sobre nuestra alma. La luz de la gloria de Dios que brilla en el rostro de Cristo puede resplandecer sobre nosotros y luego reflejarse sobre todo lo que nos rodea, de modo que se pueda decir que verdaderamente somos la luz del mundo.
Solamente esta relación del alma con Cristo, y nada más, puede impartir luz al mundo. Si no fuera por esta relación, la tierra quedaría sumida en densas tinieblas. . . . Cuanto más profunda sea a lobreguez circundante, tanto más fulgurante debe brillar la luz de la fe y el ejemplo cristianos. (TM:419)
El hecho de que prevalece la incredulidad, y la iniquidad aumenta en derredor, no debe reducir nuestra fe ni hacer vacilar nuestro valor… Si buscáramos a Dios de todo corazón, si trabajáramos con igual fervor y decisión, y creyéramos con esa misma fe inquebrantable, la luz del cielo resplandecería sobre nosotros, tal como brilló sobre el
piadoso Enoc. (RH, 23-10-1888)
¡Ah, ojala me fuera dado hacer comprender a todos la importancia de ejercer fe momento tras momento y hora tras hora! Tenemos que vivir la vida de fe; porque “sin fe es imposible agradar a Dios “Nuestra fuerza espiritual depende de nuestra fe. (HS:130-131) (09)

Devocional Vespertino
“Mi Vida Hoy”
Enero – Una vida consagrada
Por: Elena G. de White

¡COLORES!

Tu Oración: Gracias, Dios porque, cuando creaste el mundo, también pensaste en los colores para disfrutarlo.

Versículo para hoy: “He colocado mi arco iris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra”. Génesis 9:13.

En el primer día de la creación Dios hizo la luz, y ¡también los colores! Sí, verde, rojo, amarillo, azul, anaranjado, en fin, todos los hermosos colores que puedes observar a tu alrededor. Las hermosas flores, los frondosos árboles, el profundo cielo, las brillantes estrellas y las coloridas aves. Aquel día, Dios pensó en lo hermosa que se vería su creación.
Hoy podemos disfrutar muchas cosas gracias a los colores. Solo imagina por un momento un árbol completamente negro, o que todas las flores fueran blancas, o que tu piel no tuviera color. Dios en su grande amor creó los colores para que podamos disfrutar la belleza de su creación.

Un poquito de ciencia
Vas a necesitar un recipiente de vidrio con agua, un espejito y una linterna de mano.
Coloca el espejo dentro del recipiente y enfoca la luz de la linterna en la parte del espejo que está dentro del agua. Podrás observar que la luz que se refleja en el espejo ya no es blanca: ¡Se forma un arco iris!
Esto se debe a que la luz se descompone a causa del agua y del espejo. Por eso, el arco iris se forma en el cielo cuando llueve y el sol se refleja en las gotas de lluvia.

Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

SEGUIMOS CONTANDO

Materiales: Lápiz o crayón, canción de la creación

«Oh Señor, ¡tú me has hecho feliz con tus acciones! ¡Tus obras me llenan de alegría!». Salmo 92: 4
¿Has visto los rayos del sol? Son impresionantes, ¿verdad? Hagamos algo, coloca tus manitas en esas lucecitas que entran por la ventana. ¡Qué bien se siente! Ver el sol y sentir su calor cada mañana nos llena de alegría, y esa alegría se la debemos a Dios. Él creó el hermoso y brillante sol. Por eso Jesús merece que cantemos y alabemos su nombre.
Hoy, vamos a continuar aprendiendo sobre la semana de la creación. Con la ayuda de papá y mamá colorea el número correcto en cada caso.
Dios creó la luna, el sol y las estrellas en el día:      4          5          6
Dios creó las aves, los peces, y todos los animalitos del mar en el día:        4          5          6
Dios creó los animales de la tierra, los que caminan y los que se arrastran y, obra maestra, el hombre, en el día:             4          5          6

¡Lo has hecho muy bien! Recuerda siempre cantar una alabanza a Dios por todas sus maravillas.
Oremos: Querido Dios, ayúdame a cantar siempre alabanzas en gratitud por lo que has hecho por mí.

Tomado de devoción matutina para niños pequeños 2016.
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco

EL VECINO CRUEL

Defiendan la causa del huérfano y del desvalido (Salmo 82:3, NVI).

Huesos estaba ladrando nuevamente. Daniela no se podía concentrar en el libro que estaba leyendo, con el perro de su nuevo vecino haciendo tanto ruido. Con un suspiro, cerró el libro sobre su pulgar para marcar la página y caminó hacia la ventana.
— ¿Qué pasa esta vez, Huesos? — Daniela se preguntaba en voz alta mientras se asomaba entre las cortinas. Aunque no hubiera intrusos evidentes, Huesos parecía decidido a anunciar su propiedad del patio trasero a todo el barrio. Mientras observaba, el dueño de Huesos salió al patio.
— ¡Huesos! ¡Cállate! —gritó el hombre. Huesos continuó ladrando.
— ¡Dije que te callaras!
Esta vez, el hombre se dirigió hacia Huesos y pateó al pequeño perro en las costillas con su bota.
El ladrido de Huesos se transformó en un grito dolorido, mientras caía tirado sobre el pasto, temblando. Impactada, Daniela vio que el hombre pateaba nuevamente al perro mientras le gritaba para que entrara en la casa. Huesos cojeó lentamente a través de la puerta, y el hombre la cerró.
Daniela sintió ganas de vomitar. El ladrido del perro era molesto, pero ningún animal merece ser tratado tan cruelmente. Y ella quería ayudar al pobre animal. Recordó haber leído en la Biblia que, en el comienzo, Dios dio a los humanos la responsabilidad de cuidar de los animales.
¿Qué debería hacer? se preguntaba. ¿Debo ocuparme de mis asuntos? ¿Debo decir algo? ¡Debo llamar a la agencia de protección de animales y denunciarlo?

¿Y AHORA?
¿Has estado en una situación en la que hayas visto que una persona o un animal sufrían de abuso? ¿Qué hiciste?

SPLASH
Hay una relación entre el abusa a los animales y el abuso a las personas. Según una investigación realizada en Wisconsin (EEUU), cuatro de cada cinco víctimas de violencia doméstica en casas donde hay mascotas declaran que sus animales también fueron abusados.

Tomado de: Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler.

LOS ENGAÑOS SON SU MARCA

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Efesios 6:11.

¡Imagina! Había solo un lugar, entre todas las pacíficas praderas, las selvas tropicales y los lagos cristalinos del Jardín del Edén, en donde Satanás podía acceder a Adán y a Eva. Sería un verdadero desafío, pero el viejo diablo estaba decidido. Sabía que si Adán y Eva pecaban alguna vez, Dios proveería indudablemente alguna manera de perdonarlos y, entonces, él y sus ángeles caídos podrían regresar sigilosamente al cielo bajo el mismo perdón. Si eso no funcionaba, entonces, una vez que la pareja creada comiera la fruta prohibida, los llevaría deprisa hacia el árbol de la vida para que comieran otro bocado, y así serían pecadores que nunca morirían. Unidos con Adán y Eva, él y sus ángeles serían tan fuertes que sería fácil tomar el control del Edén, y Dios mismo no podría expulsarlos. ¡El pecado puede parecer tan lógico!
Pero ¿cuál sería la mejor manera de aproximarse? ¿Debería descender un día aleteando unas alas de murciélago y asustarlos para que comieran el fruto prohibido? ¡Eso nunca funcionaría! Los ángeles buenos estarían al lado de ellos antes de que pudiera decir su nombre anterior, Lucifer. ¿Debería probar sus encantos mostrándose con alas luminosas y brillantes, diciéndoles que tenía órdenes que los habilitaban a transgredir? Eso tampoco iba a funcionar. En el momento en que abriera la boca para decirles que comieran, enseguida sospecharían que era aquel ángel caído. No, realmente necesitaba una estrategia.
Después de un sondeo del Jardín, ya la tenía. ¡Pretendería ser una serpiente! Ahora bien, “esta era una hermosa criatura alada y, mientras volaba, su aspecto era resplandeciente, semejante al oro bruñido. No se arrastraba por el suelo, sino que se trasladaba por los aires de lugar en lugar, y comía fruta como el hombre” (La historia de la redención, p. 33).
Así que, Satanás se sentó en las ramas de un árbol actuando como serpiente, tratando de parecer distraído. Le llevó un montón de tiempo mirar y esperar, pero el momento finalmente llegó.
Inconscientemente al principio, Eva se marchó del lado de Adán. Debería haber corrido de regreso tan pronto como se dio cuenta de que estaba sola. Pero, en ese momento, estaba dependiendo de su propia sabiduría más que de amar y confiar en Dios.
Cada vez que cualquiera de nosotros tiene pensamientos como los de ella es un blanco óptimo para los engaños de Satanás.

Tomado de devoción matutina para menores 2016
¡GENIAL! Dios tiene un plan para ti
Por: Jan S. Doward

MÁS QUE PALABRAS

“Creer en Dios el Padre es agradarlo y hacer el bien” (Sant. 1:27, TLA).
Anuncia el evangelio cada día y, si es necesario, usa las palabras. Francisco de Asís

Se cuenta que, en una ocasión, Francisco de Asís invitó a un compañero a salir con él a predicar. Recorrieron las calles atestadas de gente y, en el camino de regreso, el amigo comentó: “Yo creía que íbamos a predicar pero no lo hemos hecho. ¿Por qué?” Francisco respondió: “Hemos estado predicando todo el tiempo. Cuando nos insultaron aquellos jóvenes, les predicamos con nuestro silencio; cuando nos trataron mal en el mercado, predicamos respondiendo con cortesía; cuando llevamos el saco de ropa a aquella ancianita, predicamos con nuestra misericordia”.
Nadie duda de la importancia de predicar con palabras. Hablar de Dios a quien no lo conoce, leer la Biblia a quien ignora sus verdades, usar la comunicación para llegar al corazón de la gente con el amor de Dios es y siempre será necesario. Una palabra dicha en el momento oportuno y de la manera correcta puede abrir un corazón. Pero lamentablemente, abundan tanto la mentira y la hipocresía, que las palabras están devaluadas. Lo que se dice puede estar teñido de intereses, y por lo tanto perder toda efectividad cuando no encaja con lo que se hace. Así, cuando descubrimos el trasfondo de las cosas, nos descorazonamos y tal vez sentimos el deseo de alejamos de todo lo que suene a religión.
Dios nos dice: “¡Obedezcan el mensaje de Dios! Si lo escuchan, pero no lo obedecen, se engañan a ustedes mismos. […] Por el contrario, si ustedes ponen toda su atención en la Palabra de Dios, y la obedecen siempre, serán felices. […] Si alguien se cree muy santo y no cuida sus palabras, se engaña a sí mismo y de nada le sirve tanta religiosidad. Creer en Dios el Padre es agradarlo y hacer el bien, ayudar a las viudas y a los huérfanos cuando sufren, y no dejarse vencer por la maldad” (Sant. 1:22-27, TLA).
Acabas de leer la fórmula del éxito en la predicación del evangelio y en la vida cristiana. Esa misma fórmula que en tan pocas palabras condensó Francisco de Asís. Estudiemos la Biblia en nuestra soledad y transmitámosla a los demás mediante actos de bondad y misericordia, pero midiendo con sumo cuidado el número y la calidad de las palabras que empleemos. Dicho de otra manera: actuemos más y sermoneemos menos.

Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz

LOS RESULTADOS DE UNA OBRA BIEN

“He visto asimismo que toda obra bien hecha despierta la envidia del hombre contra su prójimo” (Eclesiastés 4:4, RV95).

Cada vez que leo el versículo bíblico de hoy quedo intrigado con lo que afirma Salomón. ¿Logras captar la esencia de su mensaje? El Sabio dice que alcanzar el éxito puede provocar la envidia de tus compañeros, como les pasó a José (Génesis 37:11), a Moisés (Números 12), a David (1 Samuel 18:5-9) o a Daniel (Daniel 6), entre muchos otros. Pero en todos estos casos, los envidiosos fracasaron rotundamente.
¿Crees que Oksana Sergiyenko, la joven que protagonizó la reflexión de ayer, no tuvo que pagar el precio por realizar bien su trabajo? Gente envidiosa levantó calumnias en su contra para que la despidieran. El influyente periódico ruso Vek publicó que, “según fuentes del Ministerio de Finanzas, cada semana Sergiyenko lleva a cabo oraciones, seminarios religiosos y estudios bíblicos en su oficina”. Pero esto no fue todo; la misma fuente también insinuó que era una espía del gobierno estadounidense. El escándalo fue tan grande que Andrew McChesny, un periodista adventista, informó que el fiscal general se vio obligado a investigar a fondo dicha denuncia.
Por supuesto, el informe del fiscal demostró la integridad de Oksana, pues no se pudo encontrar falta alguna en su desempeño laboral. Sí, es cierto que oraba y distribuía publicaciones cristianas, pero ¿no formaba también parte de su trabajo servir a Dios? A pesar de ello, su dedicación a Dios nunca puso en entredicho su desempeño laboral ni su fidelidad a su patria.
La experiencia de esta joven rusa es parecida a la de Daniel. A pesar de que algunos compañeros lo envidiaban y lanzaron graves acusaciones contra él, la Biblia dice que “no le encontraron ninguna falta; por lo tanto no pudieron presentar ningún cargo contra él” (Daniel 6:4). ¡Lo mismo sucedió con Oksana!
Te pregunto: ¿Eres de los que hacen bien su trabajo o eres de los que envidian a los que alcanzan el éxito? Mientras que la envidia amarga el corazón y corroe hasta los huesos, Dios tiene para ti una grandiosa promesa: “El que hace bien su trabajo, estará al servicio de reyes” (Proverbios 22:29). Así que hoy y siempre procura hacer lo mejor, especialmente cuando sirves al Rey del universo.

Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco

LA MANO TENDIDA DEL DESTINO

“Tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre. […]

Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas’’. Salmo 139:13-16

No hace mucho me encontraba en la famosa Capilla Sixtina, estirando el cuello tratando de captar la magnitud del genio de Miguel Ángel en los frescos que pintó en esa bóveda. El dedo de Dios permanece estirado para tocar la mano extendida del recién creado Adán. ¿Crees que Miguel Angel dio forma a esa obra de arte sobre la marcha, sin planificación ni bocetos? ¡Difícilmente!
Dios es un artista magistral, mucho más talentoso que Miguel Ángel, ¿Crees, entonces, que llegaste a esta vida como una página en blanco, sin bocetos ni planificación previa en la mente del Dios que te eligió? David, en su Salmo, afirma que no. El Artista divino que nos formó en el vientre de nuestra madre es también el Historiador divino que consignó nuestra vida antes siquiera de que fuera vivida. Pensamiento digno de reflexión, ¿verdad?
Podemos reaccionar de dos maneras distintas a esta acción divina. Podemos tomar la postura de que la planificación de nuestro Creador significa nuestra falta de independencia o de individualidad. Después de todo, ¿cómo puedo yo ser yo, y libre, si mi Hacedor ya ha planeado mi vida?
Por otro lado, podemos celebrar la sugerencia de que, pese a este mundo caído, el Artista Magistral nos ha dotado (es decir, nos ha equipado, en ocasiones incluso readaptándonos) para la misión excepcional para cuya consecución quiso darnos la vida. En su oración, David celebra una individualidad tan única que la vida y la misión que Dios tiene para ti no pueden ser vividas ni logradas por ninguna otra persona de la historia salvo tú.
¿Estamos atados por el destino trazado por Dios? Difícilmente. La trágica vida del rey Saúl es prueba suficiente de que todos somos libres de elegir nuestro propio camino. Pero, ¿por qué rechazar el destino de Aquel cuyo amor nos ha formado desde el comienzo para remontar el vuelo con él a nuestros potenciales más elevados en la vida?
“Cada uno tiene su lugar en el plan eterno del cielo. Cada uno ha de trabajar en cooperación con Cristo para la salvación de las almas. Tan ciertamente como hay un lugar preparado para nosotros en las mansiones celestiales, hay un lugar designado en la tierra donde hemos de trabajar para Dios” (Palabras de vida del gran Maestro, p. 262). Entonces, ¿no tomaremos la mano tendida de Dios y viviremos hoy su destino?

Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016 
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson