viernes, 1 de enero de 2016

CON CRISTO TENGO TODO

"Tú, Dios mío, eres mi pastor; contigo nada me falta. […] Me das nuevas fuerzas y me guías por el mejor camino, porque así eres tú". Salmo 23:1,TLA.

Otro año abre hoy sus páginas en blanco frente a ti. El ángel encargado está listo para escribir. Tu conducta decidirá lo que ha de anotar. En tus manos está resolver que tu vida futura sea buena o mala; y esto determinará si el año que acaba de comenzar será para ti un feliz año nuevo o no. Está a tu alcance lograrlo, para tu beneficio y el de quienes te rodean.
Los ángeles de Dios aguardan para mostrarte el sendero de la vida.  […] Toma ahora mismo,  al comenzar este nuevo año, la resolución de que vas a seguir el camino de la justicia, que serás ferviente y sincero,  y que tu vida no será un fracaso. Avanza guiado por los ángeles celestiales; sé valiente y emprendedor: haz brillar tu luz. Ojalá se te pueda aplicar de veras aquellas palabras inspiradas: “A ustedes, los jóvenes, les escribo también porque han sido valientes, han derrotado al diablo, y han aceptado con sinceridad el mensaje de Dios”. (1 Juan 2:14, TLA) – The Youth´s Instructor, 5 de Enero de 1881.
Si te has […] entregado a Cristo, eres miembro de la familia de Dios, y todo lo que hay en la casa del Padre te pertenece. Todos los tesoros del Señor se abren ante ti, tanto los del mundo actual como los del venidero. El ministerio de los ángeles, el don de su Espíritu, las labores de sus siervos: ¡todo es para ti! 
El mundo con todo lo que hay en él es tuyo, hasta donde pueda beneficiarte. Aun la enemistad de los impíos resultará una bendición, porque te disciplinará para poder entrar al cielo. Si “sois de Cristo” “todas las cosas son vuestras”. (1 Cor. 3:21,23).

Invitación: Haz que la perseverancia, la consagración, y la bondad y el amor, lleguen a ser parte de ti mismo. Así “todo lo que es verdad, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre” se desarrollarán en tu vida (Fli 4:8) – Signs of the times, 4 de enero de 1883.

Tomado de Devocional Vespertino para el 2016
“Mi Vida Hoy”
Enero – Una vida consagrada
Por: Elena G. de White

DIOS ENCENDIÓ LA LUZ

Materiales: una linterna o una vela

«Dijo entonces Dios: “¡Quiero que haya luz!” ¡Yal instante hubo luz!» Génesis 1:3, TLA.

¿Has estado alguna vez en una habitación sin luz, donde no puedes ver ni la puerta, ni la ventana, ni tus manitas?
Hagamos un experimento: Dile a mami o a papi que apague la luz. Todo está oscuro, ¿cierto? Ahora, con la ayuda de tus padres, enciende una linterna o una vela. ¿Cómo te sientes cuando aparece la pequeña lucecita? ¿Verdad que sientes una gran emoción al ver cómo esa pequeña luz ilumina el lugar?
Ahora enciende la luz de la habitación. ¡Qué maravilloso! Ya puedes contemplar a tus papás, tus juguetes, tu ropita…
Así como estuvo tu habitación cuando apagaste la luz, hace muchos años atrás nuestro mundo también estaba muy oscuro. Entonces Dios dijo: «Quiero que haya luz», y apareció la luz.
Dios vio que la luz era muy linda y buena, y se puso muy contento, como tú cuando viste la luz en tu habitación. La luz llenó de alegría el planeta. ¿Sabes cómo le llamó Dios a esa luz? Él la llamó «día».
¡Qué bueno que existe el día! Gracias al Creador puedes disfrutar de esa hermosa luz jugando con tus amiguitos.
Oremos: Gracias, mi Dios, porque creaste la luz y con ella puedo ver todo a mi alrededor.

Tomado de devoción matutina para niños pequeños 2016.

Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco

UN MUNDO VACÍO

Tu oración: Querido Dios, gracias por crear el mundo.

Versículo para hoy: “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra”. Génesis 1:1.

Es difícil quedarse en casa cuando se corta la luz, ¿verdad? Sobre todo si ya está oscuro. Tenemos que encender una vela o usar una linterna para guiarnos, y encontrar la puerta o algún objeto que necesitamos. La luz es de gran utilidad para muchas de las actividades que hacemos en casa, en la escuela y, la verdad, ¡en cualquier otro lugar!
Hoy te toca realizar un juego muy divertido para contestar algunas preguntas como, por ejemplo, ¿por qué, al encender el interruptor de la electricidad, la luz aparece tan rápido? O, ¿por qué la luz de una linterna no sale en forma curva, sino en línea recta?

Un poquito de ciencia:
Toma un trozo de tiza o algún lápiz que se pueda borrar. Sal al patio o a la vereda o acera. Dibuja una línea que vaya en zigzag, otra ondulada o en curva, y una línea recta. Pide ayuda si la necesitas. Cuando termines, corre sobre cada una de las líneas, siguiéndolas.
¿Cuál fue la línea en la que más tardaste para llegar hasta el final? ¿Cuál fue la línea que recorriste más rápido? ¿Te diste cuenta que la línea más rápida de recorrer fue la recta?
Por eso en casa la luz se enciende tan rápido.  Viaja del interruptor al foco en línea recta.

Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

SER PERFECTO

Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús (Filipenses 1:6, NVI).

¡Beep! ¡Beep! Kara apagó la alarma y miró el calendario sobre la pared. Respiró hondo, mientras recordaba la decisión que había tomado hacía unas horas, al comenzar el Año Nuevo. Comenzando hoy, el primer día del año, no se permitiría pecar nunca más. Los primeros cinco minutos resultaron fantásticos. Pero, a pesar de una gran fuerza de Voluntad, lo arruinó antes del mediodía.
Se preguntaba cómo sería posible vivir a la altura de las expectativas de Dios. ¿Alguna vez intentaste ser bueno con todas tus Fuerzas, pero fallaste?
He aquí las malas noticias: Tú no eres lo suficientemente fuerte como para ser bueno. Comparado con Dios, toda tu bondad autoimpartida es como la capa de suciedad que se encuentra en el Fondo del recipiente de agua de tu perro.
He aquí las buenas noticias: Tú no eres lo suficientemente fuerte para ser bueno. ¡Guau! El lograr perfeccionarte no es tu trabajo. Es trabajo de Dios; con tu permiso y su bondad. En lugar de intentar ser perfecto:
• Pide a Dios por el Espíritu Santo cada mañana.
• Interrumpe conscientemente tus malos pensamientos con otros buenos (esto se llama hacer que tus pensamientos obedezcan a Cristo).
• Ve tus errores como oportunidades para permitir que Dios te cambie.
• Cuando sientas ganas de rebelarte, tan solo di a Dios que puede tomar cada parte tuya, incluso las partes rebeldes; él se hará cargo a partir de ese momento. Él puede manejarlas.
• Recuerda: ser salvo implica, sencillamente, aceptar a Jesús y permitir que Dios te prepare para el cielo.
No tiene que ver con el destino. Tiene que ver con el viaje.
¿Y AHORA?
Si pudieras CAMBIAR algo acerca de ti mismo, ¿qué sería, y por qué? ¿Has hablado a Dios acerca de los cambios que te gustaría lograr?
SPLASH
La línea de tiempo para convertirse en mariposa es diferente para cada oruga, incluso dentro de la misma especie. Todo depende de cuánto tiempo toma a la oruga conseguir suficiente comida para que ocurra la metamorfosis.

Tomado de: Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler

CELOSO DE JESÚS

¡Cómo caíste del cielo, lucero del amanecer!… Pensabas para tus adentros: Subiré más allá de las nubes más altas; seré como el Altísimo. Isaías 14:12-14.

Ahora bien, esto último suena como una gran idea: ser semejante al Altísimo. ¿Acaso no es eso lo que todos deberíamos ser: semejantes a Dios? Pero, Lucifer no deseaba ser semejante a Dios en bondad y amor; él deseaba el poder y la autoridad divinos.
Todo comenzó un día, yendo bien hacia atrás en el tiempo, antes de que hubiera cualquier persona alrededor. Sucedió, de todos los lugares posibles, en el cielo; justo delante del Trono de Dios. Fue una idea completamente nueva para este gran ángel Lucifer, “el hijo de la mañana”. Nunca en su vida había tenido tal pensamiento. Para ser exactos, estaba celoso de Jesús.
Nadie sabía exactamente qué eran los celos en aquel entonces. Ningún ángel en todo el cielo podía decir qué era ser envidioso o querer algo que no le pertenecía. Ni uno de toda aquella multitud brillante podía describir qué era estar enojado o triste con otro ser.
Hoy sabemos qué son los celos. Hasta los animales los manifiestan. Toma dos perros, acaricia a uno y no al otro, y mira la reacción. ¡Cómo empuja, se acerca, gruñe y cruje solo para lograr ser acariciado! Pero, no era así en aquel entonces. Los ángeles siempre estaban felices y alegres.
“¿Por qué debería arrodillarme y adorar a Jesús?”, masculló Lucifer para sí mismo. “¡Yo soy tan grande como él! Soy el ángel superior del cielo. Tengo a todos los ángeles bajo mi mando y hacen exactamente lo que les digo que hagan. Tengo la mejor ropa, más brillante que todos los ángeles. ¿Por qué no soy primero, adelante de Cristo?”
Yo, yo, yo… Lucifer tenía un problema con el “yo”. Cuanto más pensaba en lo hermoso que era y en cuán grande era, tanto menos digno Jesús aparecía ante sus ojos hasta que, en efecto, odió a Jesús, odió su nombre, odió todo lo que tenía que ver con él. Su problema con el “yo” avanzó hasta que no pudo en absoluto ver la realidad muy claramente.
Cuando los pensamientos celosos aparecen en tu mente, pregúntate:
¿Por qué quiero ser mejor que esa persona? ¿Por qué quiero “serrucharle el piso”? ¿Por qué? Luego, hazte unas pocas preguntas más:
¿Quién me dio estos pensamientos? ¿Los obtuve de Jesús o de alguien que no entiende bien las cosas?

Tomado de devoción matutina para menores 2016
¡GENIAL! Dios tiene un plan para ti
Por: Jan S. Doward

OLVIDA LO QUE QUEDA ATRÁS

El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura. “No tengas miedo; solamente cree” (Luc. 8:50).

“No exagero cuando digo que he formulado tres mil teorías respecto a la luz eléctrica, todas razonables y aparentemente ciertas, pero mis experimentos demostraron que solo dos eran correctas”. Con estas palabras reconocía Edison que el éxito depende, en la mayoría de los casos, de haber fracasado previamente no una, ni dos, sino hasta dos mil novecientas noventa y ocho veces.
Y tú, ¿en qué aspecto de tu vida sigues estancada en el ensayo y el error? ¿Cuántas resoluciones de año nuevo son simples recuerdos en tus viejos diarios? ¿Cuántas veces has intentado algo sin lograrlo? ¿Has llegado a la conclusión de que has fracasado y tienes ganas de abandonar?
Es natural sentir miedo al fracaso, pero lo cierto es que el miedo es el mayor fracaso. Imagina a Edison coleccionando fracasos de diez en diez, de cien en cien y de mil en mil… sin embargo, no se paralizó por el miedo. Al contrario, siguió intentándolo hasta que alcanzó su meta. ¿Cuál fue la clave de su éxito? Que mantuvo su mente fija en el objetivo hasta que inventó la bombilla moderna.
El miedo al fracaso puede presentarse en cualquier ámbito de la vida: matrimonial, profesional, social, espiritual… pero es este último el que más
atención requiere, si es que tenemos como meta la vida eterna. Al igual que Edison, el apóstol Pablo
nos da la clave del éxito en la carrera cristiana: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil. 3:12-14, NVI).
Es posible que no hayamos alcanzado todavía esa impecabilidad que anhelamos; que no seamos “perfectas” como nos hemos propuesto una y mil veces para terminar fallando de nuevo, y que nos sintamos atrapadas en las redes del mismo error repetido una y otra vez… Pero una cosa podemos hacer en este comienzo de nuevo año: olvidando lo que queda atrás, centrémonos en lo que tenemos delante, prosigamos a la meta y, como le sucedió a Edison, una luz se encenderá también para nosotras.

Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz

TABULA RASA

«El día diez del mes, que es el día de año nuevo, el Señor puso su mano sobre mí» (Ezequiel 40:1).

Probablemente te estés preguntando qué significan las palabras del título de la reflexión de hoy. Tabula rasa es una expresión que los romanos usaban para referirse a una tablilla que estaba limpia, que no tenía nada escrito, algo así como una pizarra en blanco. Como en la antigüedad los materiales para escribir eran muy costosos, los escribas solían tomar una tablilla vieja, le borraban todo lo que se había escrito en ella y entonces la convertían en una tabula rasa; es decir, en una tablilla sin escribir, en una hoja limpia.
Un año nuevo es como una tabula rasa que Dios está poniendo en tus manos para que escribas en ella cosas grandiosas. ¿Qué escribiste en la «tablilla» de tu vida el año pasado? No lo sé, y la verdad es que ya ni siquiera importa mucho. Pero una cosa es cierta: Jesús está dispuesto a borrar tu pasado pecaminoso y a entregarte un presente repleto de bendiciones. En este nuevo año el Señor, una vez más, te ofrece un «borrón y cuenta nueva», que es la expresión que utilizamos hoy en día para referirnos a «hacer tabula rasa». Hoy puede ser el inicio de una nueva etapa que marcará la diferencia para el resto de tu vida.
El profeta Ezequiel, haciendo referencia concreta al día de Año Nuevo del calendario de su época, escribió: «El día diez del mes, que es el día de año nuevo, el Señor puso su mano sobre mí, y en una visión me trasladó a la tierra de Israel. Ya iban a cumplirse veinticinco años desde que habíamos sido llevados a Babilonia, y catorce años desde la toma de Jerusalén. En tierra de Israel, el Señor me puso sobre un monte muy alto; y desde allí, vi hacia el sur, una serie de edificios que parecían una ciudad» (Ezequiel 40: 1, 2). En ese tiempo, la ciudad que menciona el profeta yacía en ruinas. Sin embargo, aunque todo estaba destruido, Ezequiel pudo ver la obra de reconstrucción que Dios llevaría a cabo en medio de aquel panorama desalentador.
Es grandioso que hoy, el día de Año Nuevo, el Señor pone su mano sobre nosotros y nos hace subir por la fe hasta su misma presencia, para que desde allí podamos contemplar las bendiciones que serán escritas en esta tabula rasa que acabamos de recibir.

Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco

LA NOCHE QUE FUISTE ELEGIDO

“Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado”. Jeremías 1:5, NVI.

¿Te has preguntado alguna vez cómo fue la noche en que fuiste concebido?
Yo no lo había hecho hasta que me topé con una impresionante descripción de unos biólogos que es válida para todos nosotros. Tus padres se juntaron -que siguieran juntos, que realmente estuvieran juntos alguna vez o que fueran desconocidos no cambia este increíble escenario para ninguno de nosotros-, y papá depositó en mamá quinientos millones de diminutas células reproductoras masculinas, o espermatozoides. Efectivamente, 500.000.000 de espermatozoos, cada uno con la misión solitaria de encontrar un único óvulo y penetrarlo. Y solo uno de esos espermatozoos podía haberte hecho a ti, lo que significa que ¡tuvo que “nadar” más rápido que los otros 499.999.999 en aquella carrera por la vida!
En palabras de Anthony De Stefano: “Quinientos millones de seres humanos potenciales, cada uno completamente distinto a ti, podrían haber nacido en tu lugar si aquel único espermatozoide no hubiera fertilizado aquel óvulo. En un sentido muy real, quinientos millones de seres humanos potenciales tuvieron que renunciar a la vida para que nacieras”. Y luego viene su impresionante conclusión: “Desde un punto de vista estrictamente estadístico, tu presencia en este planeta es un milagro. En el amanecer mismo de tu vida tuviste que superar probabilidades abrumadoramente bajas, probabilidades menores de las que jamás tendrás que afrontar en ninguna otra situación. Independientemente de la opinión que tengas de ti mismo ahora, independientemente de los males que puedan acontecerte en la vida, independientemente del sufrimiento que te puedas ver forzado a soportar, independientemente de qué problemas familiares o económicos acabes afrontando, es imprescindible que entiendas esto: viniste a este mundo como un campeón” (Ten Prayers God Always Says Yes To, pp. 167,168).
¿Sabes por qué? ¡Porque fuiste elegido! Es la verdad resplandeciente de este nuevo año: Dios te eligió. ¡Cualquier otra combinación de células reproductoras, y habríamos tenido a tu hermana en vez de ti! Dios te eligió la noche que fuiste concebido.
Y hoy, ese mismo Dios te ha elegido para que realices un nuevo viaje con él: el año que ahora comienza. “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jer. 29:11, NVI). Y cuando el que nos eligió antes de que naciéramos promete viajar con nosotros todos los días que vivamos, ¿puedes imaginar el destino glorioso que nos espera?

Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016 
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson