domingo, 26 de mayo de 2013

EL CASCABEL PELIGROSO

Lugar: Texas, EE.UU.

Palabra de Dios: 1 Tesalonicenses 5:10

Ven, Leo. Vamos -gritó Erin, mientras su hermano Sean y ella corrían hasta la puerta.

Leo, su caniche de cuatro años, los siguió a corta distancia, moviendo la cola y corriendo de uno a otro.

Los dos chicos y su perro corrieron a través del campo hacia el bosque, y luego siguieron el sendero que los llevaba al Río Guadalupe.
Pronto hicieron más lenta la marcha, para dedicarse a explorar, dando vueltas y buscando cualquier cosa interesante que les llamara la atención.
Cuando Sean se dirigió hacia los pastizales, notó un movimiento repentino cerca de él. Casi al mismo tiempo oyó el sonido de un cascabel, y se encontró frente a frente con una serpiente de cascabel de más de 1,60 metros, lista para atacar.

-¡Víbora! -gritó.

Su hermana comenzó a correr hacia su casa lo más rápido que podía. Sean comenzó a correr también, pero la víbora iba detrás de él.
El perro comenzó a ladrar y ladrar, y luego se arrojó frente a la serpiente, dando al niño suficiente tiempo como para llegar a un lugar seguro. Al caniche no le fue tan bien, sin embargo: la serpiente lo mordió seis veces en la cabeza, antes de deslizarse hacia el bosque.

Gimoteando, Leo comenzó a arrastrarse hacia la casa.

-Leo, ¿estás bien?

Con cuidado, Sean tomó al perro que le había salvado la vida. Por momentos, parecía que no sobreviviría, pero de alguna manera el perro se recuperó notablemente. La familia nunca olvidó el acto heroico de su mascota. ¡Leo estuvo dispuesto a dar su vida, para salvar la de Sean!
Eso es lo que Jesús hizo por ti y por mí. Él dio su vida en la cruz, para que nosotros podamos vivir. “Él murió por nosotros para que, en la vida o en la muerte, vivamos junto con él”

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

HAZLO A TIEMPO

Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Efesios 5:15-16.

Hay un dicho popular que reza: «No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy». Esta es una sugerencia muy válida, y la aplicamos a nuestros quehaceres cotidianos. Pero toma otra dimensión cuando la aplicamos a nuestras relaciones. Cuando dejamos que el tiempo pase sin que reparemos nuestras relaciones rotas, cuando postergamos el momento de decir a nuestros amados cuánto los necesitamos, o el tiempo se va sin pedir o dar perdón, los resultados pueden ser catastróficos.
Postergar las cosas, dejarlas para más adelante, parece ser una costumbre muy frecuente, pero no por eso deja de ser peligrosa. En la Biblia leemos: «"Si se enojan, no pequen". No dejen que el sol se ponga estando aún enojados, ni den cabida al diablo» (Efe. 4:26-27).
Cuando salimos cada mañana de casa y estamos enojadas con alguien que es cercano a nuestro corazón, no sabemos si lo volveremos a ver. Entonces el «hoy» se torna muy importante cuando, una vez transformado en «ayer», no hicimos o dijimos lo que deberíamos haber dicho o hecho. De ese modo surgen los remordimientos, los sentimientos de culpa, la impotencia, el dolor y el arrepentimiento. El llamado de Dios a nuestro corazón dice: «Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo» (Efe. 4:31-32).
Me dirijo a ti, esposa: ¿Tienes una deuda de amor con tu esposo que no has saldado, y que pone tu matrimonio en peligro? Me dirijo a ti, madre: ¿Has lastimado el corazón de tu hijo y por ende ahora no tienes momentos de felicidad con él? Me dirijo a ti, amiga: ¿Has roto el corazón de una amiga por una descortesía, y así te has privado de vivir una hermosa aventura de amistad?
Sea cual sea tu caso, solamente te digo: «Hazlo a tiempo». No esperes que llegue mañana y te encuentre con el alma vacía y el corazón solitario. No permitas que el frio de la indiferencia congele tu corazón hasta hacerlo morir. ¡Ama, perdona, reconcíliate pero, hazlo ya!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

NO DENTRO DE CUATRO MESES, SINO AHORA - 1

¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura (Juan 4:35).

Erlo Braun era pastor de dos iglesias en la ciudad de Sao Paulo, en Brasil. En noviembre de 1998 se puso en contacto con el pastor Henry Feyerabend, predicador adventista de radio y televisión, y lo invitó para que, durante el mes de abril del año 2000, dirigiera una campaña vía satélite en aquella ciudad. Pero los dirigentes de la Asociación local no estaban muy seguros de patrocinar una campaña vía satélite para la región. NET’98, con el pastor Dwight Nelson, sí; pero, ¿podía una Asociación patrocinar y producir su propia serie?

Para hallar la respuesta enviaron al pastor Braun a la Unión. Los dirigentes de la Unión escucharon atentamente. Sí, apoyarían la serie de evangelización vía satélite. Nombraron al pastor Edson Rosa como coordinador de la campaña y así nació Esperanza 2000.

¿Pero dónde se podría celebrar la campaña? La zona Vila Formosa de Sao Paulo es muy difícil para el evangelismo. La gente es conservadora, está cerrada a la investigación y el estudio de la Biblia. Además, la Iglesia Adventista es muy pequeña. El pastor Braun exploró toda aquella zona en busca de un lugar apropiado para la campaña, pero no había muchas opciones, entonces comenzó a orar. Él veía que el campo estaba listo para la siega, ahora.

Mientras oraba y buscaba, el pastor Braun descubrió una Iglesia Bautista en un buen lugar.

De inmediato se acercó a los dirigentes de esa iglesia y les preguntó si estarían interesados en alquilar o vender el templo. Después de mucha discusión, se pusieron de acuerdo en la cantidad que cobrarían de renta o el precio en que venderían el templo.

“¿Qué? ¿Comprar el templo bautista? ¡Imposible! Lo siento, pero no tenemos dinero para comprar un templo”. El pastor Braun se quedó sin parpadear en su lugar, ponderando las palabras del tesorero de la iglesia. Tenía toda la razón. No había dinero para comprar una propiedad como aquella. Pero la fe del pastor Braun le decía que había varias razones para comprar aquel templo. En primer lugar, necesitaban un lugar para celebrar la campaña de evangelización vía satélite Esperanza 2000, porque sentía que los campos estaban listos para la siega. Sentía que era preciso comenzar la siega cuanto antes.

¿Sientes la misma urgencia de predicar como el pastor Braun? Tal vez tus amigos y vecinos solo están esperando a que tú les hables de Jesús. Recuerda que los campos ya están maduros…

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

UNA IGLESIA VIVIENTE

Os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios. 1 Tesalonicenses 4:1.

Anhelamos ver que se manifieste en la iglesia el verdadero carácter cristiano; anhelamos ver a sus miembros libres de un espíritu liviano e irreverente; y deseamos con fervor que puedan advertir su elevada vocación en Cristo Jesús. Algunos que profesan a Cristo se esfuerzan hasta lo sumo para vivir y actuar de manera que su fe religiosa se encomiende a sí misma ante personas de valor moral, para que estas sean inducidas a aceptar la verdad. Pero hay muchos que ni siquiera sienten responsabilidad por mantener sus propias almas en el amor de Dios, y quienes, en vez de bendecir a otros por su influencia, son una carga para los que desean obrar, velar y orar...
El tiempo presente requiere hombres y mujeres que tengan firmeza moral de propósito, hombres y mujeres que no sean moldeados o sometidos por ninguna influencia no santificada. Tales personas tendrán éxito en la obra de perfeccionar el carácter cristiano a través de la gracia de Cristo que ha sido dada tan libremente...
Nadie puede triunfar en el servicio de Dios cuya alma no esté enfocada en la obra, y cuente todo por pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo. Quienes retienen reserva alguna, que se niegan a dar todo lo que tienen, no pueden ser discípulos de Cristo, mucho menos sus colaboradores. La consagración debe ser completa. El padre, la madre y los hijos, las casas y tierras, todo lo que el siervo de Cristo posee, debe estar sujeto al llamamiento de Dios y atado sobre el altar sagrado...
Los que buscan por el estudio intenso de la Palabra de Dios y la oración ferviente la conducción de su Espíritu, serán guiados por él. El pilar de nubes los guiará de día y el pilar de fuego de noche; y con un sentido constante de la presencia de Dios, no será posible descuidar su santa ley...
Como el pueblo peculiar de Dios, elevemos la norma del carácter cristiano, para que no perdamos la recompensa que se dará a los buenos y fieles... Debemos obrar nuestra propia salvación con temor y temblor. Quienes se aferran firmemente a la fuente de su confianza hasta el fin, recibirán la corona de gloria inmortal... La sencillez, la pureza, la paciencia, la benevolencia y el amor deben caracterizar nuestra experiencia cristiana.— Review and Herald, 3 de junio de 1880.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White