jueves, 2 de mayo de 2013

LOS MONOS DEL SAFARI

Lugar: Canadá
Palabra de Dios: Proverbios 19:20

Estábamos en un parque estilo safari en Ontario, Canadá. Mis padres iban sentados adelante, en nuestro auto furgón familiar, mientras que mi tío, mi hermano y yo íbamos en el asiento trasero.  Estos parques se parecen a un zoológico, excepto que los animales están afuera y la gente, supuestamente, se queda dentro de su auto y recorre el sendero con él auto, observando a los animales.
Ese día, vimos elefantes y jirafas, cebras y rinocerontes, avestruces y renos. Hasta tuvimos a tigres y a leones a unos treinta centímetros de nuestro auto. Pero, lo que más nos gustaba del safari eran los monos.
Sí, conocíamos las reglas. Un cartel grande decía: "No alimente a los animales", pero no pudimos resistirlo. Tomé una galletita y la saqué por la ventana. Un pequeño mono de color marrón se acercó al auto y me arrancó la galletita de la mano. Luego, saltó al capot del auto, mirando nerviosamente a su alrededor mientras se la comía.
Más y más monos corrieron hacia el auto. Comenzaron a colgarse de los costados y de la parte trasera de nuestro auto. Algunos se amontonaron sobre el capot, y podía oír a más monos corriendo sobre el techo del auto. "¡Esto es muy divertido!", pensé. "¡Qué regla más tonta!"
Entonces ocurrió. Un mono grande y negro saltó sobre la parte trasera del auto y se sentó sobre la manija de la puerta. Esta no estaba cerrada con llave. El portón de atrás se abrió, y el animal se metió en el auto. Mi hermano y yo comenzamos a gritar, mientras se lanzaba como una flecha de adelante para atrás, nerviosamente, hasta que mi tío logró sacarlo y cerrar la puerta.
Ese día, aprendí que las reglas existen por una razón. A veces, quizá no entendamos el porqué, pero obedecerlas puede evitarnos un montón de problemas. La Biblia dice: "Atiende al consejo y acepta la corrección, y llegarás a ser sabio".

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

TÚ PONES LA MEDIDA

Eliseo le ordenó: «Sal y pide a tus vecinos que te presten sus vasijas; consigue todas las que puedas. Luego entra en la casa con tus hijos y cierra la puerta. Echa aceite en todas las vasijas y, a medida que las llenes, ponlas aparte». 2 Reyes 4:3-4.

Esta es la parte central del encuentro de Eliseo con la viuda pobre. Constituyó una gran prueba de fe para ella. El profeta de Dios le pidió que hiciera algo que parecía no tener sentido. ¿Cómo pretender llenar vasijas con aceite cuando el problema en sí radicaba en que apenas tenía un poco de aceite, y por esa razón no era capaz de asumir su deuda? ¿Cómo convertir la pobreza en abundancia? ¿Por qué el profeta le pedía que actuara a puertas cerradas acompañada únicamente de sus hijos? ¿Sería posible que el profeta dudara un poco de la instrucción que había dado y prefiriera que todo se hiciera en secreto, por temor a la vergüenza y el ridículo? Si quería buscar excusas para la duda, la mesa estaba servida.
En medio de todas esas posibles reflexiones, la mujer decidió esperar que el poder de Dios se manifestara a través de la palabra de Eliseo y dejando a un lado sus conjeturas, siguió por fe las indicaciones que había recibido. Al hacerlo, el milagro se hizo posible frente a sus ojos; un milagro en forma de una fina hebra dorada de aceite que parecía no tener fin. La medida de su fe hizo posible que el aceite fluyera continuamente, y también que dejara de fluir cuando las vasijas se agotaron. Me pregunto qué hubiera sucedido si la viuda no hubiera dejado de conseguir vasijas. ¿Se hubiera cansado la mano de Dios para bendecirla?
Si necesitas un milagro, pídelo y actúa con confianza en Dios. No permitas que tu falta de fe detenga y demore la obra salvadora que Dios desea hacer contigo y con los tuyos. Por medio del Libro Santo, la oración y las voces de las personas que te aman, el Señor te mostrará su voluntad. Su promesa es: «Tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo» (Prov. 3:10).
Querida amiga, la fidelidad de Dios es inconmovible. Ni un proceder erróneo, ni la mayor miseria, ni aun un corazón bloqueado por el pecado, pueden hacer que Dios cambie su actitud amante y bondadosa. Por eso, confía en él y, con toda certeza, recibirás las bendiciones que tiene listas hoy para ti y para tu familia.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

LA CREATIVIDAD AGONIZA… AL MENOS EN HOLLYWOOD


Mientras que esos malvados embaucadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados (2 Timoteo 3:13).

No sé qué piensas tú, pero creo que algo que está pasando en el mundo del espectáculo se anuncia en esta frase: «La creatividad está agonizando... al menos en Hollywood». Aquellos buenos guiones de películas que solían abundar en el pasado hoy escasean. Parece que los creadores de complicadas tramas y personajes «de película» han agotado su imaginación.
Aparentemente, la creatividad de muchos guionistas afronta una severa crisis. La primera señal de este «agotamiento» fue la aparición de películas por demás ridículas. En segundo lugar, llegó la época, en la cual estamos inmersos, de los remakes, mejor dicho, «refritos», que tratan de explotar los éxitos del pasado. Ahora tenemos secuelas y «precuelas» que en su mayoría resultan de dudosa calidad.
Seguramente ya te diste cuenta. La creatividad se está agotando. Todo se acaba. Lo que no se acaba es el mal. No obstante, lo que está ocurriendo en la industria del espectáculo ahora, ya ocurrió en el teatro romano hace mucho tiempo.
En el teatro romano llegó un momento en que el gusto popular se envileció hasta tal punto que ya nada complacía a las multitudes. Al populacho, acostumbrado a las emociones fuertes del teatro, ya nada lo satisfacía. Así, el espectáculo se fue haciendo cada vez más violento hasta que, finalmente, solo el derramamiento de sangre los emocionaba. Así fue como llegaron al salvaje entretenimiento de los gladiadores que luchaban a muerte para contentar a una turba envilecida.
Con las emociones, la moral y el goce sucede igual que con el gusto por la comida: el exceso los vicia y acaban pervertidos. El exceso de condimento en la comida lleva a exigir cada vez más condimento para que el gusto se vea satisfecho.
Lo mismo ocurrió con la industria del entretenimiento. El insaciable gusto por el video de las multitudes en la actualidad hace que la industria del cine produzca películas de manera comercial y cada vez más violentas. En realidad, el ser humano se está envileciendo cada vez más. Ahora no se siente satisfecho si no ve muerte, violencia, sexo. Es una señal de los tiempos. Los engañadores irán de mal en peor.
Cuida las avenidas del alma, recuerda que todo lo que ves tiene un impacto para bien o mal en la formación del carácter. La decisión es tuya.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

¿QUÉ GANA EL CRISTIANO?

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33.

Muchos dicen que la vida del cristiano nos priva del placer y el disfrute mundanal. Yo digo que no nos priva de nada que valga la pena. ¿Soporta el cristiano perplejidades, pobreza y dolor? Sí, es de esperarse esto en esta vida. Pero, ¿será que los pecadores que decimos que disfrutan del mundo se encuentran libres de estos males de la vida? ¿Acaso no los vemos a menudo con las mejillas pálidas y la tos incesante que indican una enfermedad fatal? ¿Acaso no padecen fiebre alta y enfermedades contagiosas? Cuan a menudo se los escucha quejarse de fuertes pérdidas de bienes materiales; y recuerde, este es su único tesoro. Lo pierden todo. Los problemas de los pecadores son ignorados.
Los cristianos se apresuran demasiado al pensar que ellos son los únicos con dificultades, y algunos creen que adoptar verdades impopulares y profesar ser seguidor de Cristo es rebajarse. El camino parece duro. Creen que tienen que hacer muchos sacrificios, cuando en verdad no hacen ningún sacrificio real. Si son adoptados en la familia de Dios, ¿qué sacrificios han hecho? Seguir a Cristo puede haber quebrantado amistades con familiares mundanos, pero observe que han obtenido a cambio: sus nombres escritos en el libro de la vida del Cordero; elevados, sí, grandemente exaltados como partícipes de la salvación, herederos de Dios y coherederos con Jesucristo de una herencia imperecedera. Si el eslabón que los ata a familiares mundanos se debilita por causa de Cristo, se forma uno más fuerte, un eslabón que vincula la humanidad finita con un Dios infinito ¿Diremos que esto es un sacrificio de nuestra parte porque hemos dejado el error por la verdad, las tinieblas por la luz, la debilidad por la fuerza, el pecado por la justicia y un nombre y herencia perecederos por honores duraderos y un tesoro inmortal?...
Si hay alguien que disfruta de felicidad incluso en esta vida, es el seguidor fiel de Jesucristo... Si los cristianos ponderan demasiado el camino escabroso, lo hacen más difícil de lo que es en realidad. Si ponderan los momentos brillantes en el camino y son agradecidos por cada rayo de luz, y entonces se concentran en la rica recompensa que los aguarda al final de la carrera, tendrán un rostro alegre en vez de sombras, penas y quejas.— Review and Herald, 28 abril de 1859.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White