martes, 12 de febrero de 2013

TALLADO EN LA PIEDRA


Lugar: Dakota del Sur, EE,UU.
Palabra de Dios: Génesis 2:3.

En la década de 1920, Gutzon Borglum, un escultor estadounidense, decidió comenzar un enorme proyecto: construiría un monumento a cuatro grandes presidentes de los Estados Unidos: George Washington, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson y Teodoro Roosevelt.
Borglum y su equipo se pusieron a trabajar, tallando con cuidado los rostros de los cuatro próceres en las rocas escarpadas del Monte Rushmore, en los Black Hills de Dakota del Sur. Utilizaron taladros y dinamita, para volar pedazos del acantilado de granito. Más de 14 años después, el equipo de trabajo finalmente completó la tarea.
Cada año, miles de personas visitan el Monumento Nacional Mount Rushmore. Es un monumento impresionante. Cada cabeza, labrada en la roca, mide 18 metros desde el mentón hasta la frente y es casi tan alta como un edificio de seis pisos. Ese sería el tamaño de la cabeza de una persona si esta midiera 120 metros de altura. Cuando las personas ven los rostros de los cuatro presidentes tallados en la roca, recuerdan el papel que estos hombres desempeñaron en la historia de los Estados Unidos. Eso es lo que hace un monumento: nos ayuda a recordar.
Una escultura labrada en la piedra es una buena manera de recordar un acontecimiento o una persona especial. Pero Dios decidió crear un tipo distinto de monumento, para recordar la creación del mundo; uno que todos pudieran compartir. Dios hizo el mundo en seis días. Luego, decidió descansar el séptimo día. La Biblia dice: "Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora".
El séptimo día es un tiempo especial que Dios separó. Es un monumento hecho de tiempo, y Dios te invita a pasar ese día especial con él, cada semana.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

SOMOS DIFERENTES


Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.  Romanos 15:5-6.

Aunque hace poco cumplí cuarenta años de casada, todavía mi esposo y yo vivimos algunas cosas de modo diferente. Mi esposo goza su día libre en casa, acompañado de un libro o una buena película, pero yo prefiero pasar mi tiempo libre afuera, de paseo. Él sufre enormemente ante un plato de sopa caliente, mientras que a mí me encanta bien humeante. A mi esposo le gustan los días de sol y calor; sin embargo, a mí los días fríos me resultan hermosos y mi ánimo se siente nostálgico y romántico, ideal para estar con la familia y hacer de una tormenta un picnic en la sala de mi casa. A veces me pregunto por qué después de tantos años de vivir juntos no podemos estar de acuerdo en todo. ¿No sería lo ideal?
Las diferencias de género y de temperamento son obra del Alfarero que nos moldeó, y fueron puestas en cada mujer y en cada hombre para que nos encontráramos una junto al otro en armonía. Estas diferencias son las que enriquecen la vida, las que nos hacen depender con humildad de los demás, las que dan variedad y color a la existencia y las que hacen que la vida sea como un regalo sorpresa que hay que desenvolver cada día.
Cada persona matiza en forma diferente su personalidad. Lo hace por medio de sus opiniones, gustos y preferencias. Cómo se las arregla para enfrentar los desafíos cotidianos, y las razones que tiene para reír y llorar, ¡estas diferencias son las que le dan verdadero sabor de vida a la existencia! Y debemos aplaudir al Creador por ellas.
El grado de tolerancia y aceptación de las diferencias de nuestro prójimo dependerá de la aceptación que tengamos de nosotras mismas, y de cómo creamos que Dios nos ve. La Palabra del Señor dice: «Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios» (Rom. 15:7).
Cuanto más contentas estamos con nuestra actuación ante Dios y los demás, tanto más pacientes y tolerantes somos con los demás y gozamos de su compañía. Por el contrario, si nos desagradamos a nosotras mismas y tenemos la certeza de que actuamos mal ante Dios, seremos personas rígidas, impacientes e intolerantes.
Esta mañana mírate en el espejo de Dios y siéntete aceptada por él. Vive con alegría.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

AMNESIA ESPIRITUAL


Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios (Salmo 103:2).

¿Has imaginado alguna vez cómo sería vivir con una memoria que te permitiera recordar únicamente lo que pasó hace unos pocos segundos y nada más? Tal era el caso de Clive Wearing, eminente músico y musicólogo inglés en 1985.
Clive había sufrido una devastadora infección cerebral, una encefalitis por herpes, que afecto las partes de su cerebro que tienen que ver con la memoria. Como resultado, perdió el acceso a todo su pasado y también la capacidad de recordar todo lo que sucedía después de siete segundos. Era como si cada vez que Clive parpadeaba, todo lo que experimentaba era totalmente nuevo. Clive tenía la impresión de que cada momento que estaba despierto era como si acabara de despertar de un sueño largo y profundo, pero sin saber dónde estaba y quiénes lo rodeaban. No podía tener una conversación porque no recordaba lo que acababa de decir. Estaba constantemente perdido: «¿Dónde está el baño?». No podía recordarlo por más que se lo habían repetido cientos de veces. Era como una interminable agonía.
En cierta ocasión, Clive dijo mientras un psicólogo lo observaba: «¿Puede imaginarse una noche que dure cinco años? Sin sueños, sin despertar, ni tacto, ni sabor, ni olor, ni vista, ni sonido, ni oído, nada de nada. Es como estar muerto. He llegado a la conclusión de que estoy muerto».
Por desgracia, esta es la situación en que se encuentran muchas personas en su relación con Dios. Debido a su ignorancia de la Palabra de Dios, no saben todo lo que él hizo a favor del ser humano en el pasado. Nada saben de la creación, de la historia de los patriarcas, de los profetas, y de la maravillosa vida y obra de Cristo Jesús. No solo han perdido la memoria del pasado remoto, sino que tampoco recuerdan lo que Dios hace constantemente por ellos. Olvidan cómo Dios los bendijo el mes pasado, o incluso la semana pasada. A causa de esa amnesia espiritual profunda viven en constante ansiedad. No saben que el Dios que actuó por ellos en el pasado, lo hará también en el presente y en el futuro.
¿Por qué no dedicar hoy tiempo para avivar la memoria? Hurga un poco en el baúl de tus recuerdos y encontrarás joyas del cuidado y el amor de Dios por ti que te darán paz. Sobre todo, aprende de nuevo lo que él ha hecho y está dispuesto a hacer por ti… y no dejes de recordarlo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

UNA IGLESIA VIVA



Cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo. 1 Tesalonicenses 1:9,10.

Una iglesia viva será una iglesia que trabaja. El cristianismo práctico desarrollará obreros fervientes para el avance de la causa de la verdad... Anhelamos ver el carácter cristiano manifestado en la iglesia. Anhelamos ver a sus miembros libres de un espíritu liviano e irreverente; y fervientemente deseamos que adviertan su elevada vocación en Cristo Jesús. Algunos que profesan a Cristo se están esforzando hasta lo sumo para vivir y actuar de tal manera que su fe religiosa se recomiende a sí misma ante las personas de valor moral, para que sean inducidas a aceptar la verdad. Pero hay muchos que ni siquiera sienten la responsabilidad de mantener sus propias almas en el amor de Dios, y quienes, en vez de bendecir a otros por su influencia, son una carga para los que desearían trabajar, velar y orar...
Quienes están buscando exaltar la verdad de Cristo con humildad de mente por su trayectoria ejemplar, son representados en la Palabra de Dios por el oro fino, mientras que el grupo cuyo pensamiento y concentración principal es exhibirse a sí mismos, como metal que resuena y címbalo que retiñe...
Animamos a los que tienen una conexión con Dios a orar fervientemente y con fe, y a no detenerse allí, sino a obrar a la vez que oran por la purificación de la iglesia. El tiempo presente exige hombres y mujeres que tengan una certidumbre moral de propósito, hombres y mujeres que no serán moldeados o vencidos por ninguna influencia no santificada...
Ningún hombre o mujer puede triunfar en el servicio de Dios sin poner toda el alma en la obra y sin contar todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo. Los que retienen alguna reserva, que se niegan a dar todo lo que tienen, no pueden ser discípulos de Cristo; y mucho menos sus colaboradores. La consagración debe ser completa...
Jesús ha ido a preparar mansiones para los que están velando y esperando su venida. Allí conocerán a los ángeles puros y a la multitud de los redimidos y se unirán a sus cantos de alabanza y triunfo. Allí el amor del Salvador rodea a su pueblo, y la ciudad de Dios es alumbrada con la luz de su rostro; una ciudad cuyos muros, altos y magníficos, están adornados de toda clase de piedras preciosas, cuyas puertas son perlas, y cuyas calles son de oro puro, como vidrio transparente.— Review and Herald 3 de junio de 1880.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White