domingo, 27 de marzo de 2011

DA LO QUE TENGAS

Qué es eso que tienes en tu mano te pregunto Jehová. «Una vara» le respondió Moisés. (Éxodo 4:2).

¿Por qué no seré como los demás? ¿Por qué no les caigo bien? Sí miran en mi corazón, ¿quién sabe qué han de ver?» Esta nostálgica melodía, cantada por una simpática arañita de unos dibujos animados infantiles, encierra el clamor de muchos corazones que viven en un mundo más que duro. Parece difícil lograr un equilibrio entre lo que soy, lo que Dios me ha dado y lo que el mundo espera de mí. Creo que todas pasamos por momentos similares.
Cuando apenas comenzábamos nuestro ministerio, fuimos enviados a una iglesia con una feligresía numerosa. La familia saliente tenía muchos años de experiencia y la esposa del pastor era una gran mujer. Yo la conocía bien, ellos habían pastoreado mi iglesia. La casa pastoral quedaba en la plañía superior de la iglesia y mientras subía y bajaba, enfrascada en el traslado del mobiliario, escuché una conversación: «¡Qué cambio tan radical! ¡Tú eres toda una mujer, pero esta... no parece gran cosa!».
Me quedé paralizada. Aquella mujer sabía que yo había escuchado sus palabras y la esposa del pastor trató de ayudarme hablando bien de mí, pero lo único que yo quería era desaparecer y no tener que mirar a aquella señora tan «bienintencionada» y «preocupada» por el progreso de la iglesia. Mis labios no pronunciaron palabra, solo dibujaron una sonrisa nerviosa que quiso romper aquel silencio interminable. Seguí caminando, esta vez con una carga superior a la del cansancio físico, ya que habíamos hecho una travesía larga y agotadora.
¿Respondería yo a las expectativas de aquellas personas? ¿Pensarían lodos así? En aquel momento elevé mi corazón a Dios: «Señor, ayúdame a ser lo que tú quieres que sea». Y Dios, que nunca nos abandona, rae dio tiempo después el grandísimo placer de ver a aquella mujer cambiar radicalmente de opinión.
Tú también puedes ser lo que Dios quiere que seas. ¿Qué tienes en tu mano? ¿Cuáles son los dones que te ha dado? Lo que él te dio es lo que debes dar. Colócate incondicionalmente en sus manos.
Señor, ayúdanos a confiar en que daremos lo que tú nos has dado.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

BELLEZA SIN CABEZA

Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme ajehová, esa será alabada. Proverbios 31:30.

La belleza es uno de los atributos humanos más cotizados. A lo largo de la historia humana siempre se valoró la belleza tanto femenina como masculina, y actualmente hay quienes hacen girar su vida en torno a esta cualidad.
Por poseer un lindo rostro, un físico atractivo y una buena estatura, hay quienes ganan miles de dólares semanales exponiendo su cuerpo ante las miradas del mundo. No hubo un sacrificio previo (excepto quizá la dedicación a la dieta y el ejercicio), no hizo falta estudio o dedicación, simplemente nacieron con el atributo de la belleza, y por eso obtienen un provecho económico.
No es fácil ignorar la belleza, pero no lo es todo. Sé muy bien que en la adolescencia y la juventud temprana, el atractivo físico de la otra persona juega un papel fundamental al inicio de la relación, pero puedes equivocarte mucho si solamente empleas ese criterio en tu elección.
Alfredo Bottoni, el padre de un gran amigo, nos dijo en una ocasión: "La belleza dura unos años y luego te queda el carácter de la otra persona. No se dejen arrastrar solo por la figura. Sepan mirar el corazón, la sencillez, la honradez, aprendan a observar los atributos que los ayudarán como personas en esta vida".
Las Escrituras no le restan importancia a la belleza física, y mencionan dos características para recordar: "Engañosa" y "vana". La primera hace alusión al carácter, ya que un lindo rostro y una figura escultural pueden hacer que algunos concluyan que también el corazón es atractivo. En cambio la "vanidad" hace alusión a algo "inútil" y "sin provecho", es decir: ¿de qué sirve el atractivo físico si el carácter es repulsivo? La belleza exterior sin belleza interior es inútil, vana.
El criterio de elección que recomiendan las Escrituras es "el temor a Jeho-vá". Solo aquellos que tienen un temor reverente de Dios, que procuran vivir bajo la luz de su Palabra y hacen de su vida un canal de bendición para los demás, tienen la alabanza y la aprobación divina. El atractivo exterior tiene valor hasta cierto grado, pero la entrega a Dios no tiene precio.
Cuando escucho en las noticias que alguna actriz o algún actor famoso y renombrado por su atractivo físico se divorció numerosas veces, me pregunto ¿Habrán recordado sus cónyuges que en la convivencia poco importa la belleza? ¿Cuánto tiempo puedes convivir con alguien egoísta, orgulloso, que nunca pide perdón cuando se equivoca, rencoroso y malhumorado? No creo que mucho. Así que no dejes de valorar el consejo bíblico, ya que el temor de Jehová hará que esa persona tenga un carácter tal que dé gusto vivir con ella.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

GRATITUD

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:18.

El texto de hoy presenta tres ideas. La primera es "dad gracias en todo". La gratitud, en la vida del cristiano, no necesita de una causa. Debe ser una manera de encarar la vida.
El segundo pensamiento es que la "voluntad de Dios para nosotros" es que vivamos siempre agradecidos. Una actitud agradecida es el camino divino para llevarte a una vida realizada y feliz.
Finalmente, solo puede vivir una actitud permanente de agradecimiento la persona que está "en Cristo Jesús". De acuerdo con este consejo divino, debemos agradecer no solo por las cosas buenas que nos suceden sino, incluso, por las cosas tristes y desagradables que se presentan en el camino. ¿Por qué? "porque esta es la voluntad de Dios". En esta vida, tal vez nunca logres entenderlo; pero, la verdad es que Dios jamás se equivoca. Aun cuando el dolor toque tu vida, Dios tiene un propósito educativo para ti.
Julián, un empresario mejicano de éxito en los Estados Unidos, me dijo eso un día, mientras viajábamos, por tierra, de Menfis a Knoxville. El sol incendiaba el horizonte, anunciando que el día se iba. Los ojos de Julián, fijos en la carretera, no disimulaban su emoción al recordar las circunstancias difíciles que lo obligaron a salir de su país, para salvar su vida.
Su padre, un sicario a sueldo, había provocado a un jefe de la mafia mejicana que explotaba el tráfico de drogas en la frontera. El temible traficante había condenado a muerte a toda la familia: la madre de Julián y dos hermanos suyos ya habían sido asesinados. Al joven atlético, de cabellos ondulados y rostro refinado, no le quedó otro camino sino aventurarse a cruzar ilegal-mente al país vecino.
-Si no hubiese sido por aquel incidente, yo nunca habría salido de mi patria -me dijo-. Y, mire usted, yo no sabía que Dios me estaba dirigiendo hacia una vida de prosperidad y de éxito.
Eso es lo que Pablo quiere decir en el versículo de hoy, cuando aconseja dar gracias a Dios en todo. El Señor nunca falla. Solo que esa actitud es posible únicamente cuando estás "en Cristo Jesús". Por eso hoy, antes de partir hacia la lucha del día, sé agradecido. Y ten la seguridad de que tu vida está escondida en el Señor Jesús, porque "dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón