domingo, 15 de noviembre de 2009

SIEMPRE HAZ EL BIEN

Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi nombre. Y verás que tengo clemencia de quien quiera tenerla, y soy compasivo con quien quiero serlo (Éxodo 33:19).

Es sorprendente ver como el Señor nos usa de diferentes maneras para dar consuelo a tanta gente que sufre. Los que trabajamos en el área de la salud tenemos muchas oportunidades de testificar acerca del amor de Dios. Y fue allí donde el Señor me usó sin darme cuenta hasta muchos años después. Conocí a Guille, una gran compañera y amiga, madre de los dos niños, un varoncito y una niñita. En un mundo tan lleno de pecado, la adversidad puede llegar en cualquier momento, tristemente llegó al hogar de mi amiga. Una serie de estudio reveló en su pequeña la ausencia total del habla y del sentido auditivo.
Desesperada y triste buscaba cualquier oportunidad para deshogar su pena conmigo. Ella sabía que yo era adventista y eso le daba seguridad y confianza. Traté siempre de estar a su lado para darle consuelo y fortaleza; le señalaba algunas promesas bíblicas y orábamos juntas. Por razones familiares renuncié al trabajo y perdimos todo contacto.
Fue hasta hace dos años que volvimos a encontrarnos en circunstancia poco favorables para mí. Una de mis hermanas estaba internada en el hospital donde nos conocimos y, una tarde, cuando el médico nos dijo que el final se acercaba, salí del cuarto y allí me encontré con Guille. La abracé y lloré amargamente. Ella estuvo en silencio compartió sus lagrimas con las mías. Después de un rato me dijo: «No estés triste, porque el Señor sabrá recompensar tus lagrimas de la misma manera como conmigo».
Entonces me contó que su hijita se había recuperado de su discapacidad en un 90%, y había concluido la carrera profesional; además, estaba próxima a casarse. Estaba muy agradecida con Dios. Ahora era yo quien reciba el consuelo de alguien, en gratitud por la forma como ella había recibido ayuda en los momentos más tristes de su vida. Querida amiga, el Señor Jesús quiere usarte a ti también, solo colócate en sus manos y te sorprenderás.

Blanca E. Ocampo García
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.

APROVECHA LAS POSIBILIDADES

La enseñanza del sabio es fuente de vida y libra de los lazos de la muerte. Proverbios 13:14.

Hace unos años, la película Tiburón hizo que todo el mundo se diera cuenta de la posibilidad de ser atacado por un tiburón mientras nadaba en el océano. De repente, la gente tuvo miedo de ir a la playa a causa de lo que podía esconderse debajo del agua. Las personas dejaron que las exageraciones de los medios de comunicación tomaran control sin antes comprobar los hechos.
¿Qué posibilidades hay de que nos mate un tiburón? Una entre 280 millones. ¡Todo el mundo al agua!
Mas recientemente, nos hemos dado cuenta de que los ataques terroristas pueden matar personas en cualquier lugar y en cualquier momento. ¿Deberíamos tenerles miedo? La posibilidad de perder la vida de ese modo es aún menor que la de sufrir el ataque de un tiburón. De hecho, el Centro de Análisis de Riesgos de Harvard considera que es demasiado reducida para que merezca la pena calcularla.
Pero toma un cigarrillo y te pones en una de las situaciones de más riesgo posibles. La posibilidad de que un fumador muera de una enfermedad relacionada con el tabaco es de una entre dos. Eso quiere decir que la mitad de todos los fumadores morirá pronto por algo que se han hecho a sí mismos.
La mayoría de las personas empieza fumar porque los amigos fuman, o porque quiere parecer mayor. Las primeras veces que fuman, con seguridad, se encuentras fatal. Pero, con el tiempo, el cuerpo se adapta al humo y los venenos. Y no pasará mucho tiempo antes de que les pida más nicotina.
Si quieres vivir mucho tiempo y con salud, tomate la molestia de hacer el compromiso de salud de no tocar el cigarrillo en la vida. Sácale el mayor provecho a la vida que Dios te dio. No la desperdicies con un hábito mortal y muy caro.

Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.

SÉ PERSEVERNATE

¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Lucas 18:7.

¡No insista! Deje de presionar a Dios. Preséntele una sola vez sus peticiones y deje que él responda. Así se expresaba un predicador en un sermón que escuche en cierta ocasión. Sin embargo, e la parábola de la viuda y el juez injusto, Jesús habla de la necesidad de orar siempre y no desmayar.
¿Le causa a Dios alguna molestia que seamos perseverantes en nuestros ruegos? ¿Debemos insistir a la hora de buscar lo que deseamos recibir? Jesús responde de la siguiente manera: «Pedid, y se os dará; buscad y hallareis; llamad, y se os abrirá» (Mat. 7:7). Parece que está claro que Jesús tenía en mente que hay que ser insistentes n el proceso de la oración. Desgraciadamente, hay cristianos bienintencionados que pueden perder fantásticas oportunidades y bendiciones en la vida por el solo hecho de adoptar un papel completamente pasivo en su vida de oración. Muchos creyentes le piden algo a Dios una o dos veces nada más, y luego se sientan y se olvida completamente del asunto.
Hay un elemento vital en la oración que la mayoría de las persona pasan por alto, y es el de la perseverancia. Aunque no “pase” nada, y aunque parezca que Dios tarde en responder, hay que perseverar. Debemos ser perseverantes al orar. ¿Sabías que una de las mayores vetas de oro jamás descubierta en los Estados Unidos se encontró a un escaso metro de donde mineros anteriores habían dejado de excavar? A menudo, los cristiano experimentan el mismo problema: la mayor de la bendiciones de Dios se encuentra a un poquito más allá de donde nos rendimos, apenas un poco más allá de donde estamos dispuestos a ir.
He tenido la experiencia de orar durante doce años por un problema. Hubo momentos en que me sentí decepcionado. Estaba seguro de que lo que le pedía a Dios en oración era correcto, y estaba convencido de que él habría de responder inmediatamente. No sé por qué demoro tanto tiempo en dar respuesta a mi petición pero finalmente la bendición llegó: la persona por quien oraba fue liberada de s alcoholismo.
Recuerda esta mañana, y a lo largo de todo el día, que Dios siempre está en el proceso de contesta la oración. Insiste en la oración. Al fin y al cabo, si tienes que esperar, siempre será una bendición, porque la oración es ale alimento para la vida del Señor Jesucristo dentro de ti.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.